Continuamos en tiempos de pandemia; el virus Covid-19 sigue avanzando en el mundo y en muchos países se tiene el mismo sentir: No estábamos preparados para enfrentar esta crisis, no contábamos con la infraestructura, no contábamos con los recursos, no contábamos con los programas, etc.
Pero si nos preguntaran a todos nosotros de manera individual ¿Con qué contamos para enfrentar y superar esta crisis?, ¿cuál sería nuestra respuesta? Quizá diríamos que tenemos dinero ahorrado, que hemos comprado comida, que estamos tomando las medidas preventivas, etc., pero ¿será esto suficiente? Pues todo esto es humano, terrenal, y por lo tanto tiene límites y se termina.
Respondamos entonces, por medio de la palabra de Dios: Espiritualmente, ¿con qué contamos para superar esta crisis?
I) PRIMERAMENTE, CON LA PAZ QUE DIOS NOS DA (Juan 14:27).
Él nos ha dado su paz, una paz que el mundo no puede dar ni tampoco sabe experimentar. Una paz que viene de Dios por medio de Jesucristo. La paz del mundo tiene que ver con la ausencia de conflictos, con la ausencia de crisis, pero la paz de Dios se manifiesta aun en medio del conflicto, aun en medio de la crisis. Es la paz que viene de poner todas nuestras angustias y preocupaciones en las manos de Dios (Filipenses 4:6-7).
II) SEGUNDO, CON SUS PRECIOSAS PROMESAS.
Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia; por medio de estas cosas nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de las pasiones.(2ª Pedro 1:3-4) Desde el momento en que confesamos a Jesús como Señor y Salvador de nuestra vida, sus promesas son también para nosotros, son promesas PRECIOSAS. Las promesas del Señor no son preciosas porque sean solo palabras bonitas, de ánimo, pues una piedra preciosa no es preciosa porque sea bonita, sino por su gran calidad, su valor y su elevado precio; por eso las promesas de Dios son preciosas, porque se cumplen, porque son eternas y porque son nuestra fortaleza en la crisis; y se activan en nuestra vida por medio de la fe.
III) TERCERO, CON EL PODER DE DIOS (Apocalipsis 1:8)
Los gobiernos y autoridades del mundo están haciendo grandes esfuerzos por frenar el avance de la pandemia, pero tenemos que reconocer que todo esfuerzo humano tiene su límite en nuestras fuerzas y nuestra capacidad. Por eso podemos sentirnos bendecidos y confiados, al saber que nuestro Dios es TODOPODEROSO, su poder y su capacidad no tienen límite, y lo que es imposible para los hombres es posible para nuestro Dios (Marcos 10:27)
IV) CUARTO, CON LA ORACIÓN (Santiago 5:15)
Es lo que depende de nosotros, orar con FE. No es la mera oración, sino la oración con auténtica fe, la oración que se hace confiando en el poder y la misericordia de Dios, sin dudar y sin desmayar. Tenemos que confiar que orando con fe los enfermos sanarán y nuestro Dios los levantará por medio de su poder y de su misericordia, siempre que sea su voluntad. Nosotros debemos orar preventivamente para que esta enfermedad no afecte a nuestros países y que no llegue a nuestra vida ni a nuestra familia. Y si llega a nosotros la pandemia, que nos ayude a superar la prueba lo mejor posible.
PASE LO QUE PASE Y VENGA LO QUE VENGA, ¡DIOS ESTÁ CON NOSOTROS! Y recordamos que para cualquier situación, JESÚS ES LA SOLUCIÓN.
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