lunes, 2 de diciembre de 2019

Como ciegos

La ceguera mencionada en la biblia, hace referencia a la condición física, pero también a la espiritual; enfaticemos esta última. No se trata, en este caso, de tener nuestra vista en las mejores condiciones fisiológicas, pues muchas veces descuidamos ver la verdad y no nos quitamos la venda de los ojos. Pero qué bueno es que tenemos a Jesús, quien está dispuesto a quitarnos esa venda y guiarnos por el camino correcto.
ceguera espiritual¨Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. Él, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. Marcos 8:22-24 (Reina-Valera 1960).
De esta pequeña historia podemos aprender varias cosas:
  1. Dejarnos guiar: las personas que tienen limitaciones visuales siempre necesitan de alguien que las lleve de la mano, que las guíen por donde deben andar para que no tropiecen ni se hagan daño. Pasa lo mismo a nivel espiritual; cuando no conocemos a Dios y su verdad, andamos como ciegos y necesitamos de alguien que nos direccione y nos dé las instrucciones correctas; en este caso vemos que Jesús tomó de la mano al ciego para hacer en él un milagro.
  2. Salir de la aldea: Debemos movernos del lugar donde estamos estancados. Es necesario que salgamos de esa oscuridad y nos dejemos llevar al lugar de bendición, en donde Dios quiere que estemos, lo que también puede simbolizar salir de la comodidad.
  3. Dejar que Dios trate con nosotros: Lo que significa que pasaremos dificultades, humillaciones, por situaciones adversas nada agradables. Pero es necesario que todo eso pase para poder ver la gloria de Dios, o ¿crees que como ser humano sería agradable que alguien nos escupiera a los ojos? En absoluto, pero el ciego no hizo ningún reproche, a él no le importaba lo que tuviera que soportar, siempre y cuando Jesús lo sanara.
  4. Tener una fe firme: En cada uno de nosotros Dios tiene un propósito diferente. Este ciego no recibió la vista de inmediato, no era que hubiera orado mal o que Jesús lo fuera a sanar a medias, sino que quería probar su fe; al ver que su visión no había sido totalmente restaurada, el ciego pudo haberse desanimado y dejar de creer, pero en ningún instante dejó de hacerlo. Nosotros muchas veces tenemos un panorama difuso, nos enfrentamos a situaciones que no podemos entender; nos suceden cosas ilógicas, y pensamos que solo nos pasan a nosotros, a veces, incluso, nos llegan las bendiciones incompletas; pero no es porque Dios no quiera, sino que puede que no sea el tiempo y que además le hemos de demostrar realmente nuestra fe.
¨Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea. Marcos 8:25-26 (Reina-Valera 1960).
Finalmente, el milagro se efectuó, el ciego recuperó su vista quedando perfectamente, y además Jesús le hizo una observación: que no regresara a la aldea de donde lo sacó.
Esto quiere decir que debemos actuar como ciegos, en el sentido de que debemos confiar en quien nos lleva agarrados de la mano. No importa lo que tengamos que pasar, ni las circunstancias que tengamos que vivir; hay que esperar confiadamente y en silencio, sin reproche alguno hacia Dios. Además de esto, no regresar a la aldea, es decir, no mirar ni volver atrás. Cuando Dios nos saca de lugares oscuros, donde todo era sufrimiento, pecado y tristeza, no merece la pena regresar allí.
No nos dejemos cegar por las ansias, la desesperación, y el dolor. Hay que anhelar LA VERDAD y ver mas allá de nuestras narices, pues como dice el refrán ¨no hay peor ciego que el que no quiere ver¨.
¨Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.¨
Mateo 13:16-17 (Reina-Valera 1960).

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