Pasaje: Juan 11:17-44
Hay una gran diferencia entre un cristiano que vive la religión y un cristiano que vive una vida de fe. Bien puede decirse que existen muchísimos que viven una letra vacía, que leen la Biblia y dicen creer en Jesús pero no tienen ni idea de la magnitud de su poder y de su gloria. No son pocos los que viven atados siendo libres, no son pocos los que aún viven en la ignorancia después de haber sido librados de ella. Es extraño pero pasa, y es porque no han sido aún “verdaderamente libres”.
Dios no es alguien que esté solo en la imaginación de las personas o un ser que solo exista en situaciones específicas. Él es Grandioso y Majestuoso, y un cristiano debe entender esto plenamente.
Dios no es alguien que esté solo en la imaginación de las personas o un ser que solo exista en situaciones específicas. Él es Grandioso y Majestuoso, y un cristiano debe entender esto plenamente.
Un ejemplo típico (y perfecto, además) de este tipo de cristianos, es Marta, la hermana de Lázaro y María.
En el pasaje se muestra la famosa escena de la resurrección de Lázaro. Prestemos especial atención a la actitud que tuvo Marta en este acontecimiento. Ella estaba constantemente poniendo obstáculos pero Jesús la orientaba a creer. (Se parece a nosotros a veces, ¿no?)
1. “Si hubieras estado aquí…”:
Su hermano había muerto hacía cuatro días, y tanto ella como su hermana estaban desconsoladas. Al oír que Jesús estaba cerca, Marta corrió a Él para decirle que si hubiera estado allí no hubiera pasado eso. Ignoraba que siempre hay un propósito para todo lo que hace Jesús.
Jesús le explica sin rodeos lo que va a hacer: “Tu hermano resucitará”. Sin embargo, Marta aún no se da por enterada de lo que Jesús le está queriendo decir. Este es el primer mensaje que invita a Marta a creer y a quitarse el velo que le impide ver la Gloria de Dios.
2. Yo sé que resucitará pero no ahora:
Marta le dice a Jesús que ella sabe que su hermano resucitará, pero hace referencia al día postrero, es decir, al final de los tiempos cuando Dios haga esto con los que lo esperamos. Pero Jesús no quería decir eso. Él quería decir, literalmente, que iba a resucitarlo justo en ese momento. Para Marta esta idea ni siquiera pasaba por su mente, era inconcebible e imposible, ni siquiera se lo imaginaba.
Jesús le habla de un concepto espiritual, le dice que Él es la Resurrección y la Vida, queriendo hacerla entender lo que Él iba a hacer con su hermano y luego le pregunta “¿crees esto?”
Una pregunta interesante y desafiante que tiene el único propósito de quebrar esa duda que había en Marta, que le impedía ver a Jesús como quién realmente es. Muchos de nosotros no vemos a Jesús como quién realmente es; creemos en muchas cosas, sí, pero muchas veces es solo por tradición. Jesús quiere darse a conocer, pero para eso debe romper aquello que nubla nuestro entendimiento. LA FALTA DE FE ES LO QUE IMPIDE QUE VEAMOS LA GLORIA DE DIOS.
En realidad, la piedra que obstaculizaba el milagro no era la piedra que tapaba la entrada a la cueva donde yacía Lázaro, sino la falta de fe.
3. “Hiede ya”:
Esta frase nos demuestra que Marta aún no había entendido el mensaje de Jesús y no era consciente de su poder. Ella creía en Él, pero aún ignoraba la magnitud de su poder y de su gloria.
Jesús dijo “Quiten la piedra”. Lo que estaba diciendo realmente a Marta era “Deja de dudar, yo soy el Hijo de Dios, todo es posible para Dios”. Marta responde “Hiede ya”, algo así como “No lo abras, huele mal porque ya lleva cuatro días muerto”. Jesús, nuevamente, la guía a creer diciéndola por último:
“¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?”
El filtro entre quien vive la Palabra y quien solo vive una letra vacía es la fe. Sin fe se vive una vida religiosa, ignorando la manifestación de la gloria de Dios; pero con fe se accede al nuevo nivel: ver la Gloria de Dios.
Esta gloria hace referencia a sanidad, restauración, liberación, incluso resurrección; todo lo que hace Dios para salvar al mundo con su Poder y su Misericordia.
ES LA GLORIA DEL DIOS VIVO.
Hay un salmo, concretamente el Salmo 126;1, que dice “Cuando Jehová hizo volver de la cautividad a Sión, fuimos como los que sueñan.” (También está en una canción). También dice que llenará nuestra boca de risa y nuestros labios de alabanza (verso 2). Esta cautividad no se refiere a un estado físico sino a uno espiritual, se refiere a ser liberados del dominio de la muerte, que fue lo que hizo Jesús.
JESÚS ES LA VIDA, ÉL VENCIÓ A LA MUERTE.
Por eso la Biblia dice que la verdad nos hará libres y que si Él nos libera, seremos verdaderamente libres. Él no vino a librar de un yugo humano, sino a quitar el velo con que están cubiertas las naciones y a destruir a la muerte para siempre, para que podamos decir “¿Dónde está oh muerte tu triunfo y dónde oh sepulcro tu victoria?”
ÉL ES EL QUE VENCERÍA A LA MUERTE Y TRAERÍA, POR FIN, LIBERTAD.
ES TIEMPO DE CREER.
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