miércoles, 9 de octubre de 2019

Si Jesús pagó el precio por nuestro pecado, ¿por qué todavía sufrimos las consecuencias de nuestro pecado?

Resultado de imagen de Si Jesús pagó el precio por nuestro pecado, ¿por qué todavía sufrimos las consecuencias de nuestro pecado?Las Escrituras declaran, "Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro" (Romanos 6:23).  Todos merecemos la muerte, que es la pena máxima del pecado. Pero Cristo ya pagó el castigo por nuestro pecado. Consecuentemente, todos pagarán por su propio pecado a menos que lleguen a Cristo, quien ha pagado el precio por nuestros pecados con Su sangre. Adán y Eva sufrieron las consecuencias de su pecado siendo expulsados del Jardín. Mas en lugar de "consecuencias," sustituyámosla por "disciplina." El escritor de Hebreos dice esto acerca de la disciplina y su propósito: "y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo." Hebreos 12;5-6
“Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” (Hebreos 12:7-11).
Dios muestra Su amor por corregirnos, y usa la disciplina con el fin de llevarnos a donde Él quiere que estemos. ¿Qué hace un buen padre cuando ve a su hijo apartándose de la senda correcta? Le devuelve al buen camino por medio de la disciplina. La disciplina puede manifestarse de muchas formas, dependiendo de la gravedad del delito. Si un niño nunca es disciplinado o no sufre nunca las consecuencias de su acción incorrecta, nunca aprenderá lo que es correcto.


Por lo tanto, Dios disciplina por amor a los que son Suyos. Si nunca hubieses sufrido las consecuencias del pecado, ¿cómo podrías saber cuándo haces bien o mal? El salmista dice: ¿No tienen conocimiento todos los que hacen lo malo, que devoran a mi pueblo como si comieran pan y a Dios no invocan?" (Salmo 53:4). También, en Salmo 10:11 leemos, "Se dice a sí mismo: «Dios se ha olvidado. Se cubre el rostro. Nunca ve nada.» Si Dios no nos impusiera consecuencias, no aprenderíamos de nuestros errores ni cambiaríamos nuestras acciones. Dios disciplina solo a los que son suyos, y lo hace por amor, no para dañarnos o derribarnos. Es la manera de Dios de decirnos, “Mi hijo, vas por mal camino y es hora de dar la vuelta y hacer lo correcto.” Si no somos corregidos cuando erramos, seguiremos haciendo mal.

Dios ha pagado la pena por nuestros pecados para que no tengamos que sufrir la muerte segunda, que es el lago de fuego (Apocalipsis 20:14). Debido a Su amor por nosotros, Él nos disciplina y nos trae a la relación con Él; relación que desea. Por lo tanto, la próxima vez que sientas que estás sufriendo las consecuencias de tu pecado, recuerda que Dios te está disciplinando por amor.

Por último, los actos de desobediencia a las leyes de Dios a menudo resultarán en consecuencias temporales que no tienen nada que ver con la disciplina de Dios. Por ejemplo, un asesino que viene a Cristo y se arrepiente de todo su pecado, recibirá el perdón (sentido eterno) de Dios y disfrutará de la completa comunión con Dios por la eternidad en el cielo. Sin embargo, la sociedad en la que vive todavía exigirá que pague el precio por su crimen en un sentido temporal. Tendrá que pasar toda su vida en prisión o incluso ser ejecutado por sus crímenes. Pero incluso en estas situaciones, él puede ser grandemente usado por Dios mientras espera su redención final y gozo eterno.

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