jueves, 20 de junio de 2019

En la dificultad... yo confío

 ¨Me gozaré y alegraré en tu misericordia, porque has visto mi aflicción; has conocido las angustias de mi alma. No me entregaste en manos del enemigo; pusiste mis pies en lugar espacioso. (Salmos 31:7-8) RVR 1960.¨
En medio de la dificultad es difícil pensar que Dios está con nosotros, es difícil creer cuando todo se derrumba, cuando nos vemos solos, vacíos y con las ilusiones destrozadas. Y aún más difícil es alegrarse en medio de los problemas.
confiar-en-la-dificultadTodas las personas usadas por Dios en la biblia tuvieron momentos de desolación y tristeza. Incluso el mismo Jesús tuvo que pasar por la adversidad, lo cual quiere decir que para ser usados por Dios es necesario pasar por la prueba, pues en ella conoceremos verdaderamente a Dios y su poder, entenderemos muchas cosas que solo Él a través de esa situación nos puede revelar.
Todos hemos pasado por angustias, por adversidades o por enfermedades; hemos vivido el dolor, hemos perdido las fuerzas, hemos sido objeto de burlas por los demás, de críticas  y chismes, hasta muchos se han apartado de nosotros debido a esas circunstancias, pero dice el salmista David, que mientras todo se pone en nuestra contra, nosotros confiaremos en Dios. (Salmos 31: 9-14) RVR 1960.
Solo Dios sabe cuándo pasaremos dificultades, pero también sabe cuándo llegará nuestra alegría; todo en el tiempo de Dios es perfecto, porque en sus manos está nuestro tiempo. (Salmos 31:15) RVR1960.
Y luego, cuando Dios haga resplandecer su rostro sobre nosotros, no seremos avergonzados, enmudecerán todos los que habían declarado maldición en nuestra contra; veremos la bondad del Señor, siempre y cuanto tengamos temor de Él.
No dudemos de lo que Dios puede hacer, no dejemos que el enemigo ni que las personas que están a nuestro alrededor dañen la fe que tenemos en nuestro corazón, no dudemos de Él por muy difícil que parezca; en el creer y en el confiar, en el alegrarse en medio de la prueba, está la revelación para encontrar la salida. Dios siempre inclina sus oídos a la oración del afligido, es cuestión de confiar y esperar.
¨Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que procede con soberbia. Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.¨
(Salmos 31: 23-24) RVR 1960.

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