sábado, 16 de marzo de 2019

Respeto a mí mismo

Yo valgo porque Dios me proveyó de valores personales profundos, no tengo que ganármelos. El respeto a mí mismo se nutre de esos valores que conozco y llevo dentro de mí. Poseo esos valores; son míos.
Pero debo nutrirlos y cuidar de ellos, ya que corro el peligro de que se deformen, amenazados como están, por una sociedad orientada hacia el éxito material.
Resultado de imagen de Respeto a mí mismoSi logro salvar las trampas que conlleva este éxito, si no me “adorno” de éxitos de este tipo aprovechándome de los demás, conservaré el respeto a mí mismo. Daré entonces más importancia a aquellos actos que expresen mi valía, don maravilloso que me ha sido dado, pero proyectándola hacia los otros. Esta es mi principal motivación, la que me impulsa a ser mejor en todo lo que puedo.
Mi valía es mi mundo. Me comprometo y cumplo mi palabra. Esto es muy importante, es crucial. A los demás les digo: “Valgo tanto como tú. Intercambiemos valores. Te ofrezco lo mejor de mí mismo, esperando que me correspondas de la misma manera”.
Recuerda que lo interno es lo verdaderamente importante. Aquellos que se interesan solo por lo externo están condenados a llevar una vida muy superficial.
No cabe duda de que si no nos respetamos a nosotros mismos, respeto que va de la mano del amor que también nos tengamos, no sabremos respetar ni amar a los demás. Porque Dios nos creó a su imagen y semejanza con una autoestima saludable, base para nuestras relaciones con otras personas.
Cuando el enemigo de nuestras almas logra dañar esa autoestima, a través de traumas y relaciones fallidas, lastima seriamente nuestra capacidad de relacionarnos. De ahí que haya tanta gente incapaz hoy en día de mantener relaciones saludables con otros. Solo pueden ver a los demás como medios para alcanzar sus fines del momento… pero al final, esta gente se queda sola y vacía. 
Pero como hijos de Dios, tenemos una alternativa mucho más excelente. Si estamos luchando por respetarnos a nosotros mismos, vayamos a la fuente de gracia, a nuestro Salvador, y presentémoselo a quienes también lo necesiten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario