En los últimos años, miles de personas han presentado denuncias de abusos sexuales contra sacerdotes de la Iglesia Católica Romana. Numerosos “sacerdotes pedófilos” han sido identificados. Pero lamentablemente, en lugar de expulsar a los sacerdotes (apartarse del sacerdocio), la Iglesia Católica en la mayoría de los casos, ha intentado encubrir el abuso sexual transfiriendo a los sacerdotes ofensores a diferentes parroquias. El escándalo y el intento de encubrimiento continúan expandiéndose, llegando hasta el papado mismo. Y, ¿cuál es la causa del abuso sexual en la Iglesia Católica? ¿Por qué la pedofilia parece ser un problema tan común entre los sacerdotes católicos romanos?
En primer lugar, seamos claros, como evangélicos protestantes cristianos, tenemos fuertes desacuerdos con prácticamente todas las áreas de la doctrina y la práctica católica romana.
Nuestra opinión es que el requisito, no bíblico, de que los sacerdotes sean célibes es una causa fundamental.
Nuestra opinión es que el requisito, no bíblico, de que los sacerdotes sean célibes es una causa fundamental.
¿Qué es el Celibato? La palabra se refiere a la abstinencia del matrimonio por parte del clero y las órdenes monásticas de la Iglesia Católica Romana. El celibato consiste básicamente en abstenerse o en la continencia sexual, es decir no contraer matrimonio voluntariamente.
Es bíblico decir que el celibato puede ser útil para el ministerio (1 Corintios 7: 32-34 ). Y al mismo tiempo, es completamente anti-bíblico para cualquier iglesia exigir el celibato de sus líderes. En las calificaciones de liderazgo de la iglesia (1 Timoteo 3: 1-13 ; Tito 1: 6-9), el apóstol Pablo asume que los obispos, los ancianos, los supervisores y los diáconos pueden estar casados y tener hijos. Aunque estas calificaciones no se deben considerar como que requieren matrimonio/familia para servir en el liderazgo de la iglesia, son una concesión para que los hombres casados sirvan como líderes en la iglesia. Es, por lo tanto, completamente anti-bíblico que cualquier iglesia requiera el celibato de sus líderes.
El requisito no bíblico del celibato sobre los sacerdotes en la Iglesia Católica Romana, probablemente contribuye al abuso sexual, ya que los hombres a quienes Dios nunca tuvo la intención de ser célibes son forzados al celibato, lo que induce a tensión y estrés sexual. Además, la restricción del celibato es atractiva para algunos hombres con tendencias sexuales anormales, que ven el sacerdocio como un medio para mantener sus deseos bajo control. Estos hombres encuentran que las reglas externas hacen poco para cambiar el corazón y, cuando ceden a las tentaciones sexuales, el resultado son actos sexuales no naturales, como la homosexualidad o la pedofilia.El problema se agrava con la enseñanza católica de “una vez sacerdote, siempre sacerdote”. El hecho de que la “sagrada ordenación” no pueda ser invalidada ha contribuido a la renuencia a expulsar a los sacerdotes pedófilos. Y cuando los sacerdotes abusivos son transferidos a diferentes parroquias, se repite el mismo comportamiento. Además, la aplicación de reglas poco estrictas y el encubrimiento han alentado la aplicación de pedófilos al sacerdocio. Muchos pedófilos ven el sacerdocio como un medio de acceso fácil y sin supervisión a los niños.
Cualquiera que sea la causa del abuso sexual en la iglesia, los sacerdotes pedófilos deberían ser arrestados y castigados como lo sería cualquier otro pedófilo. Y también, cualquiera que cubra o, por negligencia, permita la pedofilia en la iglesia debe ser procesado. A un sacerdote que ha abusado sexualmente de alguien nunca se le debe permitir regresar al liderazgo de la iglesia, ya que definitivamente no se lo puede considerar “irreprochable” (1 Timoteo 3: 2 ).
El escándalo del sacerdote pedófilo en la Iglesia Católica Romana es absolutamente horrible. No hay nada más antitético en el mensaje de Cristo que los sacerdotes que abusan sexualmente de los niños. Que Dios use este escándalo para despertar a la iglesia de Jesucristo ante la presencia de apóstatas dentro de la iglesia, y para motivar fuertemente a la iglesia a ser completamente bíblica en todas sus creencias y prácticas.
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