miércoles, 11 de julio de 2018

Estamos al Cuidado de Dios

Hoy el cielo derramó grandes gotas de lluvia queriéndote demostrar que hay esperanza. Penetró en la semilla que surcó el labrador, esperanzado en que rendirá frutos a su tiempo. Otras gotas cayeron sobre el océano para hacer el mar más profundo y que los hombres puedan navegar en él. Mojó a la niña y también a la anciana que apresuradas corrían buscando guarida. Y allí donde había sequía, la lluvia hizo su trabajo dejando fluir el agua fría.
El arcoíris se mostró en todo su esplendor. Llenó de colores el ancho cielo y los hombres recordaron un viejo pacto de esperanza y redención. El sol volvió a salir, iluminando y acariciando con sus cálidos rayos. Secó la tristeza de quien tenía el corazón triste y lastimado.
¡Sí, yo sé lo que se siente al atravesar las esquinas, cabizbaja, mirando al cielo desesperada porque parece que nada bueno pasa! Sé también lo que es no tener un euro en el bolsillo o que tu salud te falla. Mas veo en la naturaleza, ejemplo de sabiduría, gracia y belleza. Como aquel Padre Amante cuida de su creación con perfección, de tal manera que a los lirios del campo vistió y a las aves y seres vivientes alimenta.

Y a ti y a mí que somos su más preciada y amada creación, nunca nos desamparará porque él es nuestro Salvador.

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