jueves, 5 de julio de 2018

¿Cuál debe ser la bandera del cristiano?

La bandera del cristianismo tiene un sentido mucho más profundo que un simple diseño sobre tela, la bandera de los cristianos es un símbolo santo que tiene un sello eterno en nuestro corazón.

La bandera cristiana representa a todas las denominaciones cristianas y no está restringida por ninguna nación. Fue concebida el domingo 26 de septiembre de 1.897 en la capilla Brighton, de Coney Island en Nueva York. 
Diseñada por Charles Overton en 1.897, la cruz roja significa la fe cristiana, el amor de Dios al hombre y la promesa de la vida eterna. El azul representa el cielo y el blanco significa la pureza, la inocencia y la paz.

"Rindo lealtad a la bandera cristiana y al Reino de Dios que representa. Una hermandad de los nacidos de nuevo, salvados por la Sangre de Jesús".

Es bueno señalar que este estribillo toma diferentes formas en distintos países del mundo; pero siempre tiende a significar lo mismo, y a veces se entona con diferentes palabras.

Estos párrafos anteriores solo dan una perspectiva histórica y tradicional, y así la han tomado muchas denominaciones evangélicas en representación de La Bandera Cristiana. Aunque la realidad bíblica y teológica es que la verdadera bandera de los cristianos debería ser la cruz de Cristo, y no hay otro símbolo más excelso que éste.


Un himno tradicional que apunta a la única bandera que debe tener todo cristiano.

La cual es el Santo sacrificio de Cristo, quien toma el lugar de todos nosotros, los pecadores. Muriendo en la cruz por nuestros pecados y por nuestras faltas es el que debe ser el único estandarte más elocuente, maravilloso y digno que debe izar como bandera todo creyente. 
Es imposible expresar con palabras lo que significa la muerte expiatoria de Cristo. No hay libro, pluma o forma de explicar por completo ese misterio de la redención de nuestras almas por su muerte en la cruz del Calvario. 

Éste es el acontecimiento más importante y trascendente de toda la historia de la humanidad. Mediante el sufrimiento de Jesucristo se cancelan, borran y perdonan todos los pecados presentes y futuros de los redimidos, de aquellos que Dios ha predestinado desde las Edades Eternas en su Santa y Soberana voluntad. (Romanos 8:30).

Ésta debe ser la única bandera del cristiano, aquí entonada en una versión mucho más moderna.


Pero lejos esté de mí

gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo,

por quien el mundo me es crucificado a mí,

y yo al mundo.

Gálatas 6:14

No hay comentarios:

Publicar un comentario