sábado, 12 de mayo de 2018

Para alcanzar la bendición

Mateo 9:27-31
El Señor vino a este mundo a repartir bendiciones. Es la maravillosa gracia de Dios para con nosotros. En este pasaje lo vemos ocupado en bendecir al pueblo. Salió de la casa de Jairo.
Previamente había sanado a la mujer del flujo de sangre. Después de este milagro, la gente siguió trayendo personas a ser sanadas. Jesús los sanó, pero no quería que su fama se divulgase como sanador, sino como salvador.
A veces que no queremos, se divulga. Debemos tener cuidado con lo que realmente hacemos para que lo que decimos hacer no se estanque.

Resultado de imagen de Para alcanzar la bendiciónJesús quería que lo siguieran por quien era, no necesariamente por lo que hacía. Él es el Salvador; vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
¿Por qué buscamos al Señor? ¿Para que nos resuelva una situación específica? ¿Y qué pasa cuando ya la resolvemos? ¿Quedamos agradecidos eternamente con Jesús y le servimos hasta que Él nos venga a buscar?
Es lo deseable, pero no lo que ocurre normalmente. Muy a menudo la gente se olvida del Salvador inmediatamente después de que los problemas pasan. Recordemos su frase: ¿y los nueve, donde están? Lucas 17:17
Aunque el Señor no quería fama de simple sanador, innegablemente estos dos hombres ciegos fueron bendecidos.
Para alcanzar la bendición hay que procurarla.

Jeremías 33:3 “...Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces…”
Para alcanzar la bendición hay que tener fe.
  • Mateo 21:22 “…Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis…”
  • Hebreos 11:6 “…Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan…”
Para alcanzar la bendición hay que dejarse tocar por Dios.
  • Juan 13:8: “…Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavo, no tendrás parte conmigo…”
Esta es la gran verdad a través de los siglos: Jesucristo salva, sana y bendice. Pero lo primordial que vino a hacer fue a salvar.
La salvación de tu alma es la razón por la que Cristo vino a este mundo y murió en la cruz del calvario. Es el motivo por el que muchos celebran en las fiestas de Semana Santa, pero sin el simple vacacional, y beber y comer y etc.

La verdadera bendición que debemos alcanzar es la Salvación de nuestras almas. 
Eso es lo primordial. Bendiciones materiales vendrán,...sanidades, ¡también! Y Él es nuestro sanador ¿Sin embargo, de que aprovechará al hombre granjear todo el mundo y perder su alma? La salvación del alma es la mayor bendición que tú y yo, amado amigo, podemos alcanzar en este mundo.
CONCLUSIÓN/APLICACIÓN
Aquellos dos ciegos tenían una necesidad. Ellos buscaron al Señor para satisfacerla. 
Estos dos ciegos fueron retados antes de conseguir el objetivo deseado. (Salmo 139:23-24). Estos dos ciegos necesitaron el toque del Maestro para ser sanados.
Tú y yo también debemos dejarnos tocar por el Señor.
?
  • Como Jacob, para doblar nuestra obstinación
  • Como Isaías, para purificar nuestros labios
  • Como Pablo, para que veamos espiritualmente
  • como Lot, para ser llevados al camino correcto
Examínate y ruega a Dios por ayuda a tiempo
Isaías 55:6: “…Buscad a Jehová mientras puede ser HALLADO, llamadle en tanto que está cercano…”
Amós 5:14 “…Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís…”
Dios os bendiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario