martes, 24 de abril de 2018

Pasos De Bebé

El éxito no comienza hasta que no iniciamos la caminata del camino hacia nuestras metas.  Y nuestro caminar siempre comienza con pasos de bebé.
¿Por qué los llamamos así, pasos de bebé?
Los pasos de bebé son los primeros pasos que damos como acto de fe. Vemos a otros avanzando y al seguirlos reclamamos nuestra habilidad de caminar. Al ir creciendo, seguimos nuestro desarrollo cuando tomamos otros pasos de bebé adicionales. A veces caemos y otras, fracasamos. A partir de entonces, todos los pasos se convierten en actos de fe; simplemente nos vamos haciendo más duchos.
Resultado de imagen de pasos de bebé... pasos de fePero si nos decimos a nosotros mismos:
“No quiero verme como un tonto” o “más vale que sea bueno en esto”, probablemente nunca tomaremos los pasos de bebé hacia nuestras metas y acabaremos ahogándonos en nuestra auto-conmiseración.
Como cultura, nos enfocamos en los resultados. Contemplamos cada riesgo a tomar para alcanzar nuestras recompensas.
Son pocos los que son rendidores consumados en cualquier tarea la primera vez que lo intentan. Fracasan y triunfan. Se superan según sus habilidades para cada ocasión. Practican sus habilidades y utilizan sus talentos a través de pasos de bebé antes de estar listos para mostrárselos al mundo.
Así pues, aprendamos a tomar esos pasos de bebé para alcanzar las metas en adelante. Mas de antemano, sepamos que podemos apoyarnos en Dios para mostrarnos el camino. Cuanto más duchos seamos, nuestros pasos de bebé se convertirán en caminata, luego en trote, y finalmente en carrera.
Así es como nuestros pasos de bebé nos guían a través de la maratón de la vida.
Nuestro avance en la vida es una perspectiva de intentos y logros pequeños.
Cada vez que nos atrevemos a dar pasitos pequeños en pos de aquello que anhelamos obtener, estamos dando pasos de fe, que habrán de resultar de momento en pequeños reveses o triunfos pero que nos irán mostrando qué hacer o qué no hacer.
El problema siempre consistirá en dar ese primer paso… en vencer la inercia de la parálisis. Siempre dispondremos de Dios para guiarnos y para corregirnos cuando sea necesario. Así que, adelante, demos esos primeros pasos...


No hay comentarios:

Publicar un comentario