Morir es ganancia

Hoy en día todos los hombres buscan seguridad y estabilidad sobre todas las cosas. Seguridad económica, seguridad en la familia, seguridad para la vejez...

Hay compañías que ofrecen toda clase de seguros, seguros sociales, seguros para el automóvil, seguro contra incendios y muchos más. Pero el único que puede brindar la seguridad completa de día y de noche, tanto a su familia como a pertenencias, se llama Jesucristo. Salmos 127:1 “Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes“.

Un día en el cementerio, me puse a mirar cada tumba que había allí con sus fechas y las inscripciones, y me preguntaba qué fue de aquella persona, si conoció al Señor antes de morir o no. Después vi otra tumba, pero tenía en la inscripción este versículo “porque para mí el morir es ganancia”, y me hice esta pregunta. ¿Por qué la muerte es ganancia para los hijos de Dios?

¿Es que hay algún pago por morir? o ¿acaso Dios premia la muerte? La biblia nos enseña que hay vida después de la muerte para los que han creído en Jesús y condenación para los que lo han rechazado. Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él“. 

Para los que han creído y aceptado a Jesús como salvador, la muerte viene a hacer ganancia. ¿Por qué?

a) Porque estarán siempre con Cristo 1 Juan 3:2 “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es“.

La meta de todo cristiano es ver a Jesús cara a cara. Y la meta de todo aquel que no es cristiano debería ser ver también a Jesús cara a cara. 1 Corintios 13:12 “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido“.

No tenemos todas las respuestas ahora, pero las tendremos un día cuando veamos a Cristo cara a cara. Nuestra meta final, y sabiendo cuál va a ser nuestro premio, debe motivarnos a purificarnos más. 

Porque estaremos libres de todo sufrimiento Apocalipsis 7:17 “porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”.

En su hogar eterno no habrá hambre, ni sed, ni dolor. Dios secará toda lágrima.

Pero para los que no han creído, la muerte no será ganancia sino castigo eterno. Mateo 25:46 “E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna“.

El castigo eterno tendrá lugar en el infierno. Dios recogerá los suyos y separará los justos de los injustos. Mateo 24:31 “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro“.

Esto no debería ser el final para el hombre, ya que está Cristo quien nos puede salvar. Porque todas las luchas y tentaciones habrán pasado Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes“.

Nos enfrentamos a un ejército poderoso que tiene por meta destruir la Iglesia y que el hombre no pueda salvarse. Este enemigo no es el vecino, ni su amigo, ni su padre, ni su madre; este enemigo es Satanás. Viene como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8)

Y esto es una gran verdad. El diablo trata de destruir a nuestra familia, a nuestros hijos, amigos y familiares. Él no perdona a nadie, y necesitamos tener el mejor seguro de vida y ése es Jesucristo.

2 Tesalonicenses 2:10 “y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos“.

El diablo siega a la gente de tal manera que hacen maldades terribles y después no se acuerdan del mal que causaron; como el hombre que mata a su esposa, a sus hijos, y después se mata él. Tenemos que buscar al Señor y arrepentirnos de corazón.

¿Por qué la muerte es ganancia?

b) Porque recibiremos la herencia prometida 1 Pedro 1:4 “para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros“.

El pueblo de Israel vio su herencia prometida: la tierra de Canaán; y los cristianos ahora miran su herencia en la eterna ciudad de Dios. Dios ha reservado esta herencia para todo aquel que quiera conocerlo. Si confía en Cristo y lo acepta, usted también será parte de esa herencia.

Fue una promesa que Jesús nos dio: Juan 14:1-3 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis“.

Estos versículos llevan una promesa, "voy, pues, a preparar lugar para vosotros". Una herencia para los que creen.

¿Por qué la muerte es ganancia?

c) Porque después de la muerte vendrá la corona. 2 Timoteo 4:7-8 “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida“.

A medida que se acercaba el fin de su vida, Pablo pudo decir con seguridad que había sido fiel a su llamado. ¿Lo está preparando su vida para la muerte? ¿Tenemos la misma seguridad y confianza de Pablo de encontrarse con Cristo?

Romanos 10:11 “Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será defraudado“.

Dios cumple su parte del trato: todo aquel que lo invocare será salvo. Y todo aquel que rechace a su hijo será condenado. Al final todos tendremos que morir. Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio“.

Pero será nuestra muerte una ganancia o será una perdida. Donde está su seguridad, quien tiene puesta la confianza en Él, está seguro de que verá a Jesús cara a cara. Si no está seguro, escoja este seguro de vida, “Jesucristo”. Acéptelo hoy como su salvador.