La Biblia nos enseña, “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios (1ª Corintios 10:31). Si hay lugar a dudas de que alguna cosa que haga agrada a Dios, es mejor dejarlo, y definitivamente hay lugar a dudas con respecto a la masturbación. “Todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Romanos 14:23). A todas luces, no es posible, de acuerdo con la Biblia, que la masturbación pudiera ser considerada para glorificar a Dios. Además, necesitamos recordar que nuestros cuerpos, así como nuestras almas, han sido redimidas y pertenecen a Dios. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1ª Corintios 6:19-20). Esta gran verdad debería tener una relación auténtica entre lo que hacemos y a dónde vamos con nuestros cuerpos. De manera que, a la luz de estos principios, definitivamente diríamos de acuerdo con la Biblia, que la masturbación es pecado. No es algo que agrade a Dios. Algunas personas no lo ven como algo inmoral, pero el hecho de que nuestros cuerpos son propiedad de Dios, hace que la masturbación no pase la prueba.
Nuestro objetivo como Iglesia es llevar a la gente a la fe en Jesús e integrarla en la familia de Dios. Y que nuestro carácter se parezca al de Cristo, glorificando a Dios y sirviendo en toda buena obra.
sábado, 10 de marzo de 2018
¿La Masturbación es pecado de acuerdo con la Biblia?
La Biblia nunca menciona o declara específicamente que la masturbación sea o no pecado. Pero el hecho de que en la Biblia no se mencione la masturbación, no necesariamente significa que practicarla sea correcto, pues La Biblia nos dice que la inmoralidad sexual y toda inmundicia ni siquiera debemos nombrarlas (Efesios 5:3). No es posible, pues, que masturbarse supere esta prueba en particular. En ocasiones una buena prueba para saber si algo es pecado o no, sería analizar si una vez hecho, se sentiría orgulloso de contárserlo a otros. Si se siente en aprietos o pasa vergüenza al darse cuenta de que otros saben lo que ha hecho, es muy probable que aquello sea pecado. Otra buena prueba es determinar si honesta y conscientemente, pediría a Dios que bendijera y usara esa actividad en particular, para Sus propios buenos propósitos. No es posible, entonces, que la masturbación sea calificada como algo de lo que uno pueda estar “orgulloso” o que pueda en verdad agradar a Dios por hacerlo.
La Biblia nos enseña, “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios (1ª Corintios 10:31). Si hay lugar a dudas de que alguna cosa que haga agrada a Dios, es mejor dejarlo, y definitivamente hay lugar a dudas con respecto a la masturbación. “Todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Romanos 14:23). A todas luces, no es posible, de acuerdo con la Biblia, que la masturbación pudiera ser considerada para glorificar a Dios. Además, necesitamos recordar que nuestros cuerpos, así como nuestras almas, han sido redimidas y pertenecen a Dios. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1ª Corintios 6:19-20). Esta gran verdad debería tener una relación auténtica entre lo que hacemos y a dónde vamos con nuestros cuerpos. De manera que, a la luz de estos principios, definitivamente diríamos de acuerdo con la Biblia, que la masturbación es pecado. No es algo que agrade a Dios. Algunas personas no lo ven como algo inmoral, pero el hecho de que nuestros cuerpos son propiedad de Dios, hace que la masturbación no pase la prueba.
La Biblia nos enseña, “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios (1ª Corintios 10:31). Si hay lugar a dudas de que alguna cosa que haga agrada a Dios, es mejor dejarlo, y definitivamente hay lugar a dudas con respecto a la masturbación. “Todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Romanos 14:23). A todas luces, no es posible, de acuerdo con la Biblia, que la masturbación pudiera ser considerada para glorificar a Dios. Además, necesitamos recordar que nuestros cuerpos, así como nuestras almas, han sido redimidas y pertenecen a Dios. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1ª Corintios 6:19-20). Esta gran verdad debería tener una relación auténtica entre lo que hacemos y a dónde vamos con nuestros cuerpos. De manera que, a la luz de estos principios, definitivamente diríamos de acuerdo con la Biblia, que la masturbación es pecado. No es algo que agrade a Dios. Algunas personas no lo ven como algo inmoral, pero el hecho de que nuestros cuerpos son propiedad de Dios, hace que la masturbación no pase la prueba.
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