lunes, 13 de febrero de 2017

Fortalece mis manos

Nehemías 6.9 porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece mis manos.
mis manosLa tarea que le habían encomendado a Nehemías era grande y extensa. Se trataba de reconstruir las murallas de Jerusalén que habían sido derribadas y quemadas; resultaba ser una tarea casi imposible para el hombre, pero Nehemías tenía la plena seguridad de que el Señor lo respaldaba en todo momento. Muchos se burlaban del trabajo que realizarían, y estaban casi seguros de que fracasarían en la labor encomendada al pueblo, por ello se atrevieron a asegurar que sus manos se debilitarían conforme la obra fuera avanzando y desistirían de dicha labor; por ello Nehemías clamó al Dios de Israel que les diera fortaleza en sus manos y no dejar inconcluso lo que se había comenzado, y salir triunfante en dicha encomienda, demostrándo a los incrédulos de lo que Dios es capaz de hacer cuando se le obedece y se confía en Él.
Al igual que a Nehemías, puede que en algunas personas se hayan acercado a ti para desanimarte, o bien  para aconsejarte que es mejor que desistas en tu intento de realizar ciertas cosas; recomendándote que es mejor que te quedes donde estás, o con lo que tienes…se atreven a decirte aquel adagio que dice: más vale pájaro en mano que ciento volando. Pues nada más falso, porque la persona que te aconseja de esa manera solamente tiene 2 clasificaciones: 1) es un fracasado, o 2) es un conformista; y lo que más le molesta es que otros se atrevan a hacer lo que él no se atrevió por miedo a fracasar en el intento.
El llamado a ser un exitoso o triunfador es para todos, pero solo unos cuantos lo logran porque se atrevieron a correr el riesgo; no temieron a la adversidad, cerraron oídos a palabras necias, fijaron su mirada en el horizonte con la convicción de conquistar la otra orilla, de descubrir lo desconocido, apostando todo a cambio de todo…son hombres de decisiones y convicciones.
Cristo Jesús nos da el claro ejemplo de un hombre que asumió riesgos y compromisos con Dios, que no dudó un ápice en entregarse en su totalidad a cambio de nada; estaba convencido de que su sacrificio no sería en vano, de que la Palabra se propagaría por todo el mundo, y el mundo reconocería que en verdad Él es el hijo de Dios; por ello la biblia dice: que el Padre a lo sumo lo EXALTÓ, y que toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Él es EL SEÑOR. Filipenses 2:10-11 ¡ALELUYA, GLORIA A DIOS!

Cuando tú le suplicas al Eterno Dios que fortalezca tus manos al igual que Nehemías lo hizo, le estás pidiendo que te llene de su poder y su bendición, es decir, que te libre de toda aflicción, que no te abandone y que derrame sobre ti las grandes riquezas del reino; que seas sobreabundado, que no seas escaso en nada, y que tu fuente de poder venga de lo alto, de lo divino…que tu dependencia solamente sea de Él, de nadie más.
Aunque el mundo diga lo contrario, tu confianza siempre debe estar en Jehová; solamente aprende a esperar el tiempo del Señor, y Él hará; porque recuerda que nada es imposible para Él.
Levanta tus manos hacia Él, en señal de agradecimiento y de humillación. Abre tu corazón a Él y con tu boca, declara el anhelo que hay guardado en ti; no temas explorar lo desconocido, porque si Dios te ha dicho que siempre está contigo, entonces ¡ATRÉVETE, QUE ESE TERRITORIO O PROYECTO YA ES TUYO!!

“CONFIAR EN DIOS CONVIERTE LOS PROBLEMAS EN OPORTUNIDADES”

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