Sanidad Emocional

¿Por qué la Sanidad Emocional es importante?

Exteriormente parece que muchas personas tienen su vida en perfectas condiciones, pero la realidad es que emocionalmente hay áreas que necesitan ser sanadas. Dios quiere que tengamos una vida diferente que la podamos vivir en plenitud, confiados, tomando nuestro lugar como hijos y herederos.

 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así prospera tu alma. 3 Juan 1:2

Pero sucede que algunas personas, después de haber aceptado a Jesús en su corazón, siguen sintiéndose desdichados, sin valor, con baja estima, con ira descontrolada o relacionándose de una manera que no es sana.

Esto se debe a que no hemos sanado de raíz. Si la raíz no está sanada sigue dando frutos, como son: la falta de confianza, la baja autoestima, la autocrítica, la hostilidad, el resentimiento, falta de control, autocompasión..., la lista podría continuar.

¿Cuál es el origen de estas conductas? ¿Por qué sigo sintiéndome de esta forma?      

Si revisamos nuestra vida, llegaremos a una verdad que muchos han tratado de evadir, quizá por protección, y es que fue en nuestra niñez, cuando personas de nuestra confianza o incluso personas que amábamos nos hicieron daño con palabras hirientes, que ahora nos hacen sentir incapacitados para creer que Dios nos ama; o tal vez con otro tipo de abuso físico, emocional o sexual que nos ha dejado paralizados, creyendo que las bendiciones son para los demás y no para nosotros, lo cual es una total mentira que se ha sembrado en nosotros y que ahora podemos romper en el Precioso Nombre de Jesús, y vivir una vida diferente.

En ocasiones podemos ver gente enojada o con conductas adictivas, manteniendo relaciones que les perjudican; personas que tienden a reaccionar debido a sus emociones heridas y no de acuerdo a la Palabra de Dios; incluso mujeres que prefieren ser golpeadas antes que abandonadas. Muchas veces es porque en su infancia no se les dio el amor que merecían sino todo lo contrario, o tuvieron heridas que guardaron y que no han sido sanadas, pero debes saber que ¡Dios puede sanarte, que tienes valor, un gran valor! Tanto que Él dio a su tesoro mas preciado, a su hijo, para que tú y yo vivamos sanos, para comprender que ¡en Él tenemos una nueva identidad!  Cree que Él puede sanarte:

¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Juan 11:40

Necesitas querer sanar, y para ello quizá ir al pasado, darte cuenta que hay un origen y así ponerle nombre a las heridas que están en tu corazón, confiando que tu Padre, que te ama tanto, irá a tu lado porque Él quiere verte sano, quiere que disfrutes de todas las bendiciones que ha creado para ti, que luches por tu sanidad, que esta renovación y este cambio impacte a ti, a tu familia y a tu generación.

Como dice en su palabra:

Mas yo haré venir sanidad para ti y sanaré tus heridas, dice Jehová. Jeremías 30:17

Tu Padre Celestial quiere que tengas una nueva vida, en la que la raíz produzca frutos de relaciones sanas, autoestima, valor, amor, paz, autocontrol.

No tienes el derecho de vivir una vida con conductas que te hagan daño, porque ¡Dios pagó un alto precio por tu Sanidad y Libertad!