Las Cataratas del Iguazú, en la frontera entre Brasil y Argentina, son un sistema espectacular de 275 cascadas que cubren 2,7 kilómetros (1,67 millas) del río Iguazú. Grabadas sobre un muro en el lado brasileño, se encuentran las palabras del Salmo 93:4: «El Señor en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar». Debajo dice: «Dios siempre es más grande que todos nuestros problemas».
El escritor del Salmo 93, quien escribió estas palabras durante la época de la monarquía en Israel, sabía que Dios es el Rey supremo. Declaró: ¡Jehová reina! ¡Se ha vestido de majestad! ¡Jehová se ha vestido, se ha ceñido de poder! Afirmó también el mundo y no será removido. Firme es tu trono desde siempre; tú eres eternamente. Salmo 93;1-2. No importa cuán altas sean las olas, el Señor siempre las supera.
El rugir de las cataratas es magnífico, pero la perspectiva cambia si estamos en el agua y nos acercamos a toda velocidad a las cascadas. Tal vez ésta sea tu situación hoy. Los problemas se ciernen sobre ti y sientes que estás a punto de caer por las cataratas. En tales casos, el creyente tiene Alguien a quién acudir. Se trata del Señor, que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos» (Efesios 3:20) porque es mucho más grande que nuestros problemas.
Señor, eres mucho más grande que cualquier problema. Confío en ti.
No midas nunca el poder ilimitado de Dios según tus limitadas expectativas.
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