viernes, 25 de agosto de 2017

Estemos quietos

El Señor de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Salmo 46:11
Según el escritor Daniel Levitin, «en los últimos cinco años hemos creado más información que en toda la historia humana anterior, y nos llega desde todas partes». «En cierto sentido, afirma Levitin, nos volvemos adictos a la estimulación». El bombardeo constante de noticias y conocimientos puede dominar nuestra mente, y en medio del aluvión actual de los medios, se hace cada vez más difícil encontrar tiempo para estar en silencio, pensar y orar.
El Salmo 46:10 dice: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios», recordándonos la necesidad de dedicar tiempo a concentrarnos en el Señor. Para muchos, un tiempo de quietud es una parte esencial de cada día; un momento para leer la Biblia, orar y pensar en la bondad y en la grandeza de Dios.

Cuando nosotros, como el escritor del Salmo 46, experimentamos la realidad de que «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones» (verso 1), nuestros temores se desvanecen (verso 2), pasamos de la turbulencia del mundo a la paz de Dios, y se crea una seguridad tranquila de que el Señor tiene el control (verso 10).

Al margen de cuán caótico se vuelva el mundo que nos rodea, podemos encontrar tranquilidad y fortaleza en el amor y el poder de nuestro Padre celestial.
Padre, que podamos aprender a estar quietos y conocer que eres Dios.
Todos los días necesitamos estar quietos para escuchar al Señor.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario