jueves, 15 de junio de 2017

¿Quién tirará la primera piedra?

La critica es un arma benigna o maligna dependiendo del que la esgrime, y se usa para señalar lo que hemos hecho incorrecto; pero si se nos presentan las debidas correcciones y las vías para solucionar lo incorrecto, podemos decir que la crítica es constructiva y por lo tanto benigna. En estos casos, generalmente proviene de personas que saben que no son perfectos, que también cometen errores y han sabido solucionarlos, y que ahora, modestamente, están dispuestos a ayudar a los demás. 
Resultado de imagen de ¿Quién tirará la primera piedra?Por el contrario, cuando se hace con alevosía y resentimiento, en cuyos verdaderos propósitos se encubre el deseo de molestar, herir o perjudicar; entonces la critica es maligna; preferiblemente que no se haga aun cuando lo que se dice sea la verdad.
En una ocasión, José Martí (político republicano-democrático cubano) fue invitado, por los dueños de un restaurante de Nueva York, a un almuerzo para que él les hablara al resto de los invitados sobre la libertad de Cuba. Para el evento se usó una gran vajilla, de ésas que incluso tienen un pequeño recipiente para enjuagarse las puntas de los dedos cuando se cubren de grasa.
Uno de los participantes, no sabiendo lo que es un enjuagatorio y al ver que dentro tenia un pedacito de limón, que es para ayudar a diluir la grasa, pensó que se trataba de una limonada, y sin tardar bebió de ella cuando sintió sed.
Algunos de los que estaban próximos a este hombre, disimuladamente se burlaron. Martí al verlos riéndose, se apropió de su enjuagatorio y bebió con gran gusto. Entonces, uno de los burladores al verlo, sorprendido, le preguntó: -¿por qué lo haces, si tú sabes que es un enjuagatorio?-. A lo que Martí respondió: -¿por qué reírnos de este hombre si su desgracia es no saber para lo que sirve?
Sin dudas Martí no fue un hombre perfecto, porque nadie lo es; pero está claro que tuvo que ser alguien que creyó mucho en Jesucristo; dicho sin querer comparar el primero con el segundo, porque el segundo no ha tenido ni tendrá quien se le compare. Martí en sus salidas extraordinarias a los problemas, seguramente pensó en cómo Jesucristo lo hubiera hecho.
Atacar sin compasión a los que cometen errores no es la forma de edificar ni conduce a nada. Castigar por castigar no es Cristiano y por esto debemos reflexionar antes de tirar la piedra. Recordemos cuando la mujer adúltera fue traída ante Jesús para que la juzgara, que los escribas y fariseos para acusarlo, lo pusieron a prueba. Sin embargo, Jesucristo con gran autoridad dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella-. Juan 8:7.
Los hermanos que nos congregamos, debemos ser muy cuidadosos en hacer comentarios impropios contra otros aunque sea cierto lo que digamos. Las murmuraciones en las iglesias causan grandes problemas de división y en el peor de los casos hasta disidencia.
Si algún hermano abandona la congregación por haber sido criticado, con razón, pero inoportunamente, no esperemos que nuestro Dios pueda estar contento con lo que hicimos, y no lo estaría sencillamente porque no hemos actuado de acuerdo a su voluntad, porque no nos hemos hecho antes la pregunta de lo que haría Jesucristo en tal caso.
Mi querido hermano, no es casualidad que hayas llegado aquí; Jesucristo es nuestro modelo para todo lo que vayamos a realizar y Él quiere que seas crítico, pero prudente. Que salgas al paso de las dificultades; pero que actúes con moderación y compasión. Que nuestros hermanos cometen errores, sí, como también nosotros lo hacemos y somos los primeros en implorar el perdón. Jesús dijo: ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, cuando tienes la viga en el tuyo? Mateo 7:4
Nadie antes de irse con el Señor podrá alcanzar la perfección, pero Jesucristo es nuestra meta y siguiéndolo tratamos de conseguirla. Y una de las maneras de seguirlo es no tirando la piedra, para que en tu momento, como todos lo tendremos, no seas apedreado.

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