sábado, 3 de junio de 2017

Por La Fe Tomaré Mi mejor Decisión

“Por fe Moisés, hecho ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón; escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado”. Hebreos 11:24,25.
Resultado de imagen de Por La Fe Tomaré Mi mejor DecisiónLa vida está llena de decisiones. Hoy tendré que enfrentar varias de esas decisiones. ¿Cómo escogeré la mejor? ¿Cuándo determinaré que la decisión que estoy tomando es la mejor? La Biblia dice que Moisés tomó una gran decisión, la decisión de dejar de ser llamado hijo de la hija de Faraón, y esa decisión implicó para él el sufrimiento junto al pueblo de Dios. Pero el mismo pasaje dice que por la fe, él hizo tal decisión.
La Fe descansa en las promesas. Fe en las promesas a recibir es equivalente al cumplimiento de esas promesas. Es un asunto banal considerar si las cosas prometidas  nos han sido dadas, porque es seguro que lo que Dios promete Él lo cumple, y nosotros anticipándonos a esas promesas que se cumplirán podremos entrar en pleno gozo.
Moisés simplemente actuó como lo vio porque Dios se lo había mostrado. Su fe le mostró las cosas que estaban escondidas para sus contemporáneos, y eso lo condujo a actuar de una forma que para los demás era absolutamente incomprensible. La fe solo nos es posible cuando nosotros seguimos fielmente el plan de Dios y estamos firmes en sus promesas. Es inútil orar para que se nos incremente la fe hasta que nosotros no hayamos cumplido las condiciones de ella. 
Y también es inútil gastar tiempo derramando lágrimas por nuestras faltas, cuando tales faltas son el resultado de nuestra incredulidad. La Fe es una condición natural del alma, tan natural como lo son las flores en la plantas. Quiero tener esa fe para poder tomar las mejores decisiones basadas en el plan de Dios para mi vida.
Hoy necesito determinar cuál es el plan de Dios para mi vida y lanzarme a eso. Cuando determine cuál es el plan de Dios para mi vida, podré alimentarme de las promesas de Dios para ese plan. Cuando estas condiciones son realizadas, la fe viene por sí misma y entonces no habrá absolutamente nada imposible. Hoy quiero moverme en esa dirección, teniendo como modelo la decisión de Moisés de rehusar ser llamado hijo de la hija de Faraón.
Señor: Gracias por tu bondad tan grande. Gracias por darme la fe que necesito para enfrentar las grandes decisiones que tengo delante de mí. Gracias por ser mi maestro de fe. Cada día estoy aprendiendo las más grandes lecciones acerca de la fe. Hoy sé que la fe descansa en tus promesas, y esa fe me muestra las cosas escondidas para hacerlas realidad en tu presencia. Ayúdame hoy a caminar en esa confianza plena en tu dirección. Amén.

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