miércoles, 24 de mayo de 2017

El apoyo del compañero de oración

Otra vez os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que está en los cielos, porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:19-20).
Orar con otros puede tener un efecto balsámico en tu propia vida. Nos necesitamos los unos a los otros. Dios nunca quiso que andásemos solos, y los compañeros de oración son los agentes secretos de Dios para bendición. De hecho, no es bueno orar siempre solos.
Necesitamos orar solos, pero a veces necesitamos el ánimo que nos llega al orar con un compañero de oración. Se puede implementar la oración de a dos de una variedad de formas tales, como juntarse con un compañero de oración una vez a la semana, orar por teléfono con un amigo, o tener un tiempo apartado en el día con el/la esposo/a.
Beneficios de Orar Juntos
11295711_968828793180228_6865374685940166369_n-2“Cuando Moisés levantó sus manos en intercesión por Israel, Josué e Israel prevalecían allí. Pero debido a que Moisés era humano, él solo podía mantener sus brazos levantados durante un corto periodo de tiempo. Cuando sus brazos se volvieron pesados, los bajó y Amalec prevaleció en la batalla. Pero cuando dos intercesores, Aarón y Hur, se pusieron uno a cada lado de Moisés y le levantaron las manos, el pueblo de Dios derrotó al enemigo.” 
  • Nos ayuda a persistir en la oración y a derrotar al enemigo – Es fácil a veces cansarse en la oración, pero cuando oramos con otro, tenemos fuerzas añadidas para aguantar hasta conseguir la victoria.
  • Nos conecta a otros de manera significativa – La mayoría de nosotros deseamos una amistad intima. Orar con otros te ayuda a conectarte a ellos de una forma profunda, con la que se puede compartir y orar por las luchas, esperanzas, bendiciones y desencantos. Alguien dijo una vez que no conoces a una persona hasta que hayas orado con él.
  • Trae sanidad y crecimiento espiritual – Cuando compartimos lo más profundo de nuestro corazón y nuestras cargas con un compañero de oración, llega sanidad. Nuestra fe crece cuando oramos y ministramos el uno al otro en oración.
  • Nos ayuda a rendir cuentas a Dios y a los demás – Clamar a Dios de forma regular con un compañero de oración nos ayuda a enfocarnos en la oración, y esto es fundamental en la vida. Encontrarnos para orar, nos ayuda a centrarnos en nuestras vidas.
  • Trae la presencia de Dios a nuestro lugar – Dios ha prometido estar allí donde dos o tres estén reunidos en oración. Necesitamos desesperadamente la presencia de Dios en nuestras vidas.
  • Nos ayuda a experimentar el amor y el poder de Dios – A veces a solas, podemos estar luchando con un problema. Pero cuando oramos con un compañero con respecto a las dificultades en nuestras vidas, experimentamos mejor el amor de Dios. Juntos podemos hacer huir a 10.000. A veces necesitamos la ayuda de otros para poder orar para ciertos asuntos.
  • Nos fortalece espiritualmente – Escuchar y entrar en ella de acuerdo con la oración de otro nos ayudará espiritualmente. Nos fortalecerá y nos sentiremos con una nueva determinación de seguir a Dios.
Encontrar un Buen Compañero de Oración
“Pero no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno” (Juan 17:20:22).
  • Orar por el compañero adecuado – Primero, pídele a Dios que te encuentre la persona adecuada con la que orar. Él sabe quién sería un buen compañero con el que te puedes unir fuertemente en oración. 
  • Elegir cuidadosamente un compañero de oración – Date cuenta que un compañero de oración puede enriquecer tu vida. A la vez, el tipo equivocado de compañero de oración puede restarte tiempo de oración, si ambos tienen demasiados problemas personales o quieren hablar en lugar de orar. Elige con cuidado.
  • Encuentra alguien que tenga hambre de Dios y que desee orar – Debes elegir un compañero de oración que piense más o menos como tú y que tenga el mismo deseo de Dios que tienes tú. Debes elegir a alguien que quiera crecer en su vida de oración.
  • Encontrar a alguien que sea transparente y a la vez de confianza – Busca orar con alguien que esté dispuesto a compartir las dificultades de la vida. También alguien que sepa cómo mantener las cosas confidenciales y en privado.
  • Encontrar a alguien que tenga un fundamento bíblico sólido – Tienes que orar con alguien que conozca la Biblia y ore la Biblia.
  • Encuentra a alguien que se arrepienta y perdone con facilidad – Debes encontrar a alguien que sea quebrantado y moldeable ante Dios, que se arrepienta con facilidad y que esté dispuesto a confesar pecados.
Orar con un compañero hará una gran diferencia en tu vida. Orar con otro añade poder y fuerza a tus oraciones. Dios abre los cielos con nueva revelación cuando tus intercesiones se añaden a las oraciones de tu compañero. De hecho, estáis armonizando en el trono de Dios. Y eso es algo increíble.
“¿Pero por qué quiere Dios que armonicemos en oración? Porque nos hacemos responsables ante el otro. Buscamos dentro de nuestro corazón, en la presencia de nuestro compañero, asegurarnos de que no hay estorbos. Cada uno intenta estar tan cerca de Dios como sea posible, y cada uno recoge la pasión y la sinceridad del otro; como consecuencia, nos convertimos en un solo espíritu cuando nos ponemos de acuerdo en oración.” 

No hay comentarios:

Publicar un comentario