Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios! Isaías 53:4
Cuando le preguntaron si creía que la abulia y
la apatía eran problemas de la sociedad moderna, un hombre bromeó: «No lo sé ni me
interesa».
En la cruz Jesús cargó voluntariamente con nuestro
pecado y nuestra culpa. Nadie sufrió jamás como el Señor por nosotros. Sabía lo
que costaría salvarnos de nuestros pecados y, por amor, quiso pagar el precio
(versos 4-6).
Gracias a la resurrección de Jesús, Él está vivo y
con nosotros. No importa la situación que enfrentemos, ya que Jesús entiende y le
importa. Y nos ayudará a atravesarla.
Señor,
gracias porque conoces nuestras circunstancias y te preocupas por
nosotros.
No está aquí, sino que ha resucitado… Lucas 24:6
No está aquí, sino que ha resucitado… Lucas 24:6
No hay comentarios:
Publicar un comentario