sábado, 18 de febrero de 2017

Que reviva lo que está seco

que revivaLa palabra nos habla a través de Ezequiel capítulo 37, sobre el valle de los huesos secos, y que Dios le dice que profetice sobre ellos. Extrapolando esa palabra a la actualidad, podemos aplicarla a nuestra vida, a la iglesia de hoy, tomando el lugar de profetizar, porque aunque no tengamos el llamado podemos hacerlo. Todo eso que esté muerto en tu vida, que esté seco, que esté sin espíritu, puede revivir en el nombre de Jesús, porque el poder de la vida y de la muerte está en Él. Así que todo puedes hacerlo con la orden de Dios, ya sea tu situación económica, tu familia, tu matrimonio, tu ministerio; sea lo que sea profetiza sobre esa sequedad, porque Cristo vino para darnos vida y en abundancia.
Porque voy a hacer que corra agua en el desierto,
arroyos en la tierra seca.
Yo daré nueva vida a tus descendientes,
les enviaré mi bendición. Isaías 44:3
No temas si estás en ese valle de lágrimas, de soledad, de sequía, porque el que cree en Jesucristo de su interior brotan ríos de agua viva. Solo tienes que confiar y tomar la autoridad para profetizar sobre tu vida, pues la bendición de Dios no añade tristeza.
Oremos para que reviva lo que está seco, porque aunque sientas debilidad y que estés atravesando el peor de los desiertos, recuerda que Dios es experto en hacer cosas nuevas, resucitar muertos y levantarnos con su mano Poderosa.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4

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