lunes, 20 de febrero de 2017

Dos maneras de nacer y de morir

Tiempo de nacer, y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado. Eclesiastés 3:2
Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Juan 11:25
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Jean de la Bruyère, escritor del siglo 17, decía: «Para el hombre solo existen tres acontecimientos: nacer, vivir y morir». Todo ser humano viene al mundo por medio del nacimiento: es el nacimiento natural.
Pero la Biblia precisa que existe otro nacimiento: El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Juan 3:5-6). Sorprendente declaración, que fue hecha por Jesucristo al comienzo de su ministerio. Existen, pues, dos nacimientos muy diferentes. No escogimos venir al mundo; en cambio, nuestro nacimiento en el reino de Dios depende de nosotros. Jesús dice: “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7). Si creemos en Él, experimentaremos ese nuevo nacimiento.
También hay dos maneras de morir:
–Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida"… "Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis". (Juan 8:12, 24). No creer lo que Cristo dice supone presentarse culpable ante Dios, ante el Juez que lo sabe todo para escuchar su condenación: la segunda muerte, el lago de fuego (Apocalipsis 20:13).
–Aquellos que depositaron su confianza en Jesucristo, quien murió por nuestros pecados y resucitó, son revestidos con su justicia. Ahora no hay “ninguna condenación” para ellos (Romanos 8:1). Si mueren, estos creyentes experimentarán la felicidad de estar eternamente con el Señor en el cielo.

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