martes, 28 de febrero de 2017

Afanado, parte mal escogida

Si hay algo que realmente frena los objetivos que nos hemos trazado en la vida, es afanarse demasiado en alguno sin detenerse a reflexionar en los errores que vamos dejando atrás para no cometerlos por segunda vez.
Afanarnos en ciertas cosas o labores no implica que seamos perseverantes o luchadores para alcanzar sus propósitos.
Resultado de imagen de Afanado, parte mal escogidaImplícitamente significa, que nos estamos aferrando a una sola vía de solución, generalmente la primera que vemos, y no queremos reconocer que existen otras que podemos tomar para llegar victoriosos a la meta; y no lamentando un terrible fracaso por el que, en el mejor de los casos, tengamos que volver al principio para empezar nuevamente; aunque en algunas circunstancias, lo hecho ya no tenga remedio.
En una ocasión un hombre estaba cortando una enorme palma real con un hacha. No muy lejos de él, un grupo de espectadores hacía diferentes comentarios.
Uno decía que si se corta por un lado, el cortador debe moverse a tiempo hacia el otro para evitar ser aplastado. Otro que se debería cortar parejo en redondo, para finalmente manipularla como desee el cortador.
Así múltiples opiniones; pero el cortador hacía caso omiso a todo comentario y continuaba afanado a la forma que creyó cuando comenzó a cortarla.
Por fin, después de los últimos hachazos, la palma comenzó a derribarse en dirección al cortador. El hombre, se afanó nuevamente corriendo en ese mismo sentido, mientras los observadores quedaban perplejos y mudos por lo que estaban viendo, e imaginando el fatal desenlace que sobrevenía. Mientras tanto, él corría velozmente sin cambiar de dirección.
Corrió mucho, tanto que casi logró salir del radio de alcance de la robusta palmera, pero el copete de ella lo alcanzó, dándole en la cabeza.
Cuando los demás llegaron a socorrerlo, todavía tenía vida. Entonces dijo: - Lo único que tenía que hacer era correr en otra dirección; pero yo me afané cogiendo la mala parte. Cerró los ojos y dejó de existir.
No se trata de luchar duro, de correr mucho aunque lo estemos haciendo de buena fe y por buenas obras; sino de elegir el camino correcto aunque nos lleve un poquitín más de tiempo conseguirlo.
Queridos hermanos, Jesucristo es el camino verdadero, y Él quiere que vayamos por su senda sin afanarnos en otras cosas, para escoger la buena parte. Por eso dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada“. Lucas 10:41-42

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