Le dijo el Ángel de Jehová:
—Vuélvete a tu señora y ponte sumisa bajo su mano. Génesis 16:9
Y en esos momentos, lo que menos queremos oír es que nos equivocamos, creíamos que estábamos haciendo lo correcto. Oír lo contrario nos hace ver que no actuamos bien y nos llena de vergüenza, pero es mejor reconocer que fallamos a seguir por un camino que nos llevará al dolor, a la ruina y fuera de la Presencia de Dios.
Agar tomó una decisión, y en medio del desierto el ángel le dijo: vuelve y sométete a su autoridad. Para Agar ¿qué era más duro?: ¿permanecer en el desierto sin agua o someterse a Sara? De seguir haciendo su voluntad le esperaba la muerte en el desierto, pero si obedecía a Dios había una gran promesa para su vida y para su descendencia.
Aceptemos cuándo nos equivocamos para que el desierto no nos sepulte, y entendamos que siempre hay un camino mejor para el que se somete a la voluntad de Dios. Nunca dudes en hacer lo que Dios te pide aunque no estés de acuerdo, porque siempre habrá ganancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario