lunes, 14 de noviembre de 2016

La Regeneración

La regeneración espiritual es un cambio forjado en el corazón del hombre por el Espíritu Santo, por el cual su propia naturaleza pecaminosa se cambia, para que pueda responder a Dios con fe y vivir de acuerdo con su voluntad (Mateo 19:28).
Resultado de imagen de La Regeneración espiritualSabemos que Cristo nos ha justificado ante Dios Padre y cómo fuimos perdonados y trasladados de las tinieblas a la luz admirable de nuestro Dios. Por eso es necesario que estudiemos “La Regeneración”, que es el cambio radical que el Espíritu Santo realiza en nosotros cuando oímos y creímos a nuestro amado salvador Jesucristo.
El primer efecto de la regeneración es abrir los ojos de nuestro entendimiento a la excelencia de la verdad divina.
El segundo efecto es la expresión de un renovado cariño hacia esa excelencia percibida.
Hay tres áreas que se dan en la regeneración: Espíritu, Alma y Cuerpo (1 Tesalonicenses 5.23)
La regeneración en el espíritu, es el mismo acto en el que el Señor Jesús le enseñó a Nicodemo a bautizarse y nacer de nuevo. Juan 3:3
El que ha sido regenerado no practica el pecado. 1 Juan 3.3
La regeneración del alma es un proceso que comienza cuando nacemos de nuevo y va hasta que veamos al Señor Jesús. En este proceso, nosotros, como convertidos, vamos desechando los malos hábitos, la malicia y los deseos de la carne (Efesios 4.25-32) (Santiago 1.21). La regeneración del alma comienza con el bautismo en agua, la primera ministración al alma.

La regeneración del cuerpo, se lleva a efecto en nosotros a consecuencia de haber nacido de nuevo, de nuestro compromiso y de que nuestra alma es regenerada. (1 Corintios 15.52-53)
Todo entronca con que Dios tiene un maravilloso plan para tu vida, y no hay nada que Él no pueda usar para cumplir su gran propósito en ti.
Las escrituras nos dan una significante promesa en Romanos 8.37: “Más que vencedores”
“Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados…”
Todo esto significa que:
  • Dios puede convertir tus tragedias en triunfos.
  • Dios puede convertir las cosas que creías imposibles en posibles.
  • Dios puede darle la vuelta a tu decepción y convertirla en tu destino.
No importa lo que hayas sufrido en el pasado o lo que estás pasando en estos momentos. Dios hace todo lo posible para que todo trabaje a tu favor. Así que ven a Cristo, Él es nuestro médico celestial, Él nos regenera de tal manera que te vuelves luz para el camino de muchos, un ejemplo a seguir para toda tu generación. ¡No olvides que Cristo te ama!

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