martes, 22 de noviembre de 2016

En tu mano mis tiempos


“Mas yo en ti confío, oh Señor; Digo: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos…” Salmo 31:14-15
La vida se compone de tiempos… frase que impacta nuestra vida desde que la escuchamos. Todos son tiempos o etapas que vivimos, nada es eterno, hoy estamos aquí y mañana no lo sabemos. Cuando los tiempos son buenos queremos que sean para siempre y por el contrario, cuando nos enfrentamos a cambios negativos en nuestra vida, trabajo o familia el temor al futuro viene a inundar nuestro corazón, haciéndonos pensar interiormente que esto no va a acabar nunca, que es para siempre, y entonces somos presos del temor, de la desesperanza, la tristeza y la ansiedad. 


Pero hay buenas noticias. Todo es por un tiempo, podemos pasar por situaciones parecidas, pero el día, el lugar, la hora, las personas son otras. Todo cambia de alguna u otra forma, no caigamos en el engaño de pensar que todo es eterno y que nada va a cambiar; si estamos viviendo tiempos difíciles, adversos, en los que todo es cuesta arriba y no vemos la salida por ningún lugar, pensemos: esto es por un tiempo, Dios moverá los hilos de nuestra vida y hará cambios, dará un giro a las cosas y todo será diferente; y si estamos viviendo tiempos felices y preciosos, valoremos cada momento y disfrutémoslos. 

Así que, sean tiempos malos o tiempos buenos la palabra de Dios nos da el mejor consejo: “Yo en ti confío, Tú eres mi Dios, en tu mano están mis tiempos”. ¿En qué lugar podrían estar mejor nuestros tiempos que en las manos del Señor? Confía hoy en Él, no importa el tiempo que estés viviendo; deposita tus tiempos, tu pasado, tu presente, tu futuro en sus manos de padre, de amor y de bondad. En su mano hará nuestros buenos tiempos más bellos y bendecidos y de los momentos adversos, tiempos de aprendizaje y de crecimiento…

Señor quiero poner hoy en tu mano mis tiempos, no solo el pasado, el presente o el futuro, quiero poner en tu mano cada etapa de mi vida, si estoy feliz o si estoy triste, si estoy solo o acompañado, si estoy esperanzado o sin esperanza, si tengo abundancia o tengo escasez, si me gusta lo que hago o no me gusta, si las situaciones que me rodean son buenas o contrarias; todos mis tiempos, absolutamente todos los pongo en tu mano, en tu cuidado, bajo tu protección. Cambia el tiempo de mi vida cuando Tú lo decidas, enséñame a valorar cada momento, y ayúdame a no apartarme de tu voluntad pues confío en ti. Señor, Tú eres mi Dios. Amén.




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