martes, 22 de noviembre de 2016

Aprendamos a distinguir la verdad

No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 1 Juan 4:1
(El apóstol Pablo escribió:) No somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo. 2 Corintios 2:17
Hoy en día existen detectores automáticos de falsos billetes, en cambio, antiguamente los empleados de los bancos tenían que distinguirlos. Para ello, debían estudiar cuidadosamente los billetes auténticos, y cuando los conocían bien, les resultaba fácil rechazar los billetes falsos.
De la misma manera, estudiando cuidadosamente la Biblia para recibir el mensaje divino, estaremos preparados para rechazar las enseñanzas que, a pesar de las buenas apariencias, tuercen las Escrituras. El Señor Jesús dice: Mis ovejas oyen mi voz”, y “al extraño no seguirán” (Juan 10:27, 5).
Las sectas presentan una enseñanza truncada o deformada respecto a lo que la Biblia dice. Sin embargo, la fidelidad a toda la verdad de la Biblia es de suma importancia. “Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Amando de todo corazón a “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” y su Palabra, seremos más sensibles para detectar lo que no es acorde con su enseñanza. Las sectas casi siempre reducen lo espiritual a la obediencia a las reglas. Así someten a sus adeptos y los mantienen bajo el dominio de sus líderes.
Con la ayuda del Señor, aprendamos a distinguir los falsos profetas de los verdaderos siervos de Dios. Seamos prudentes si oímos un mensaje ambiguo con respecto a la persona del Señor Jesús. Pidamos al Señor que nos ilumine a la luz de su Palabra.

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