Mira siempre hacia delante

Una de las operaciones más difíciles para cualquier conductor es la de aparcar su coche entre dos que se han estacionado con anterioridad.
El problema radica en que como seres humanos, estamos acostumbrados a transitar hacia delante, por lo que usted, al mirar por el espejo retrovisor, puede ver caminar hacia atrás a las personas, pareciendo éstas con discapacidad mental.

Lo cierto es que dada la complejidad que se nos presenta al aparcar en condiciones difíciles, la industria automovilística ha ideado las llamadas "cámaras marcha atrás", con las que hasta el chófer menos experto puede aparcar sin ninguna dificultad.

Los seres humanos desde la misma caída, han perdido la capacidad de avanzar hacia delante, y cada día resulta más frecuente que las personas caminen y guíen sus vidas dándole las espaldas a Dios. Este es un fenómeno que, aunque con menos incidencia, observamos entre las filas cristianas. Con mucha facilidad nos separamos del camino recto.

Basta que nos entretengamos un poco con las cosas de este mundo para que, sin darnos cuenta, nos comencemos a alejar de Dios y de sus preceptos. Por eso constituye una prioridad en la vida cristiana, cuidar y examinar con frecuencia nuestra senda para no apartarnos ni a derecha ni a izquierda del camino que el Señor nos ha trazado.

A pesar de que las personas con desarreglos mentales son más capaces de caminar para atrás, es aconsejable que no te conviertas en un cristiano enajenado.

¿Crees que marchas por sendas de rectitud? Examina cada día todas las áreas de tu vida, para que te percates a tiempo si vas por la senda que Dios ha preparado para ti.

“…Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí…” Salmos 51:10

Que andes hoy en el camino recto, y todos tus proyectos sean aplaudidos por el cielo.