martes, 5 de julio de 2016

Vestidos para enfrentar cada día

Los policías, los bomberos, los obreros de la construcción, los científicos, los soldados, los médicos, etc., cada uno de ellos usa su uniforme para ir al trabajo. Igualmente, todos nosotros nos vestimos cada mañana acorde con el clima o con las actividades del día que vayamos a tener.
Vestirse correctamente también es aplicable a nuestra vida espiritual.
ARMADURA DE DIOSTenemos, gracias al amor de Dios, todo lo necesario para hacer frente a todas las dificultades. Su Palabra nos enseña que: Primero, debemos ajustarnos el “cinturón de la verdad”, aquella que nos establece como creyentes en Cristo Jesús y que determina nuestra identidad. 
Luego debemos colocarnos la “coraza de justicia” la cual nos defiende de toda prueba injusta, de todo mal y que representa el poder el Espíritu Santo. 
Tercero, el “calzado de la paz” para que caminemos en pos de ayudar al necesitado y de darle a conocer el evangelio de la salvación. 
Cuarto llevar puesto el “escudo de la fe”, aquel que necesitamos en cada momento de nuestra vida, para no desmayar ante las dificultades, para protegernos de los ataques del mal, para cubrirnos en momentos de debilidad emocional. 
Quinto colocarnos el “casco de la salvación”, para que nuestra mente no sea atacada fácilmente por las doctrinas falsas llenas de mentiras, sino que tengamos la mente de Cristo que nos da discernimiento y sabiduría… 
Finalmente, con la “espada del Espíritu” que es la Palabra de Dios, la cual contiene todo lo que necesitamos para avanzar en esta vida acorde con Su plan.
Así pues, de la misma manera en que nos vestimos para ir a trabajar o para soportar el clima, así mismo nos hemos preparado para enfrentar el día con la “armadura de protección divina, que es la armadura de Dios”, pues no sabemos con qué nos enfrentaremos cada día. Si te colocas la armadura espiritual correcta, podrás regresar victorioso(a) todos los días gracias al poder de Dios para protegerte. 
“Señor, gracias por ser mi protector, por darme las herramientas para superar toda dificultad, ataque del mal y darme todo lo que necesito para mi vida diaria. Confío en ti, en tu amor y poder, por eso me visto con tu armadura, seguro(a) de que saldré victorioso(a) una vez más, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, amén”.
“Por lo tanto, echen mano de toda la armadura de Dios para que, cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin y permanecer firmes”. Efesios 6:13 (RVC)

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