miércoles, 13 de julio de 2016

Si todos venimos de Adán y Eva, ¿De dónde vienen las razas?

La Biblia nos indica que todos los humanos de la tierra descienden de Adán y Eva. Debido al hecho de que existen diferencias obvias entre el color de la piel de diferentes grupos étnicos, muchas personas han dudado del recuento Bíblico, afirmando que tal diversidad solo podría suceder si se evoluciona separadamente durante decenas de miles de años.
Antes de nada, debemos iniciar este artículo afianzando que está comprobado que solo hay una raza, por supuesto la raza humana. La Biblia nos enseña que "de una sangre ha hecho Dios todo el linaje de los hombres" (Hechos 17:26). La Biblia distingue a las personas por agrupaciones tribales o nacionales, no a través del color de la piel o por la apariencia física.
Aunque hay diferencias físicas entre "las razas," o más propiamente dicho, entre los grupos étnicos, las diferencias no son realmente tan grandes. Incluso los evolucionistas no afirman orígenes separados por la evolución de las razas, estando de acuerdo que todos los humanos descienden de una población común. Por supuesto, ellos afirman que grupos como los Aborígenes o los chinos han tenido decenas de miles de años de separación para que tengan unos rasgos físicos tan diferentes.      

Científicamente, "Muestras de genéticas modernas muestran, sin embargo, que cuando un gran grupo que se cruza libremente, es repentinamente dividido en muchos grupos más pequeños entre los cuales, desde aquel momento, se engendran solo entre ellos, las diferentes características raciales sucederían muy rápidamente. Una lección simple de herencia genética mostraría que un par de padres medio-castaños podría producir todos los matices de color conocidos, de muy blanco a muy negro, en tan solo una generación." 
La Biblia nos dice que semejante evento ocurrió brevemente después del Diluvio. Durante unos pocos siglos, había solo un idioma y un grupo cultural. Entonces no había ninguna barrera matrimonial dentro de este grupo, lo cual tendería a mantener el color de la piel de la población lejos de los extremos (o muy negros o muy blancos).
La piel un tanto oscura o un tanto blanca aparecería, pero estas personas, al casarse con alguien menos oscuro o menos claro que ellos, garantizaría que el color promedio se quedara aproximadamente igual. Bajo estas circunstancias, las líneas raciales distintas nunca habrían surgido, caso de países donde todos son blancos o todos son negros. Mientras no exista mezcla, todos continuarán siendo o todos blancos, o todos negros, lo que sucedió donde todos eran de un solo color. Esto es verdad tanto para los animales como para la población humana.

Ahora bien, para obtener las líneas separadas que observamos hoy, necesitaríamos dividir un grupo grande en grupos más pequeños y mantenerlos por separado, es decir, no cruzándolos más.
Esto es exactamente lo que pasó en Babel. Después del Diluvio, Dios le dijo a Noé y a su familia que debían llenar la tierra con sus descendientes. Sin embargo, después de solo unas pocas generaciones, estaba claro que las personas habían decidido desobedecer a Dios y continuar viviendo como una sola población.

"Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Aconteció que cuando salieron de oriente hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí." Génesis 11:1-2
En Babel, Dios hizo a las personas hablar en idiomas diferentes, y esto causó que fueran esparcidos a través de la faz de la tierra.
Después de un tiempo de estar separados y estarlo hablando un idioma diferente al de sus vecinos, aparecieron las barreras instantáneas que Dios anticipó, para que así en efecto "llenaran la tierra".

Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra... allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. Génesis 11:7-9
De esta forma, las personas tenderían a casarse solo con alguien que ellos pudieran entender, porque de otra forma grupos enteros que hablaran el mismo idioma tendrían dificultades en relacionarse y en confiar en aquéllos que no lo hicieron. Así, la humanidad estuvo dividida en grupos que a su vez pasarían genéticamente a sus descendientes características comunes, tales como el color, la forma de la nariz, de los ojos, etc. Fue así como gracias a grupos más pequeños y por consiguiente, grupos pasando a sus descendientes características de adaptación, se empezaron a desarrollar distintas características físicas en un período de tiempo muy corto.
Este modo de explicar lo sucedido resuelve muchos problemas que el Evolucionismo no es capaz de resolver. ¡Todo claramente apoyado por la Biblia (historia) y por la Ciencia (Creacionismo Científico).

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