Es normal que a los deportistas jóvenes les cueste ganar y no sepan exactamente qué hacer. Están practicando y aprendiendo. Los entrenamos y los guiamos con paciencia hacia la madurez, y después, celebramos su éxito cuando juegan con habilidad como equipo.
Algo similar sucede en la vida de los seguidores de Jesús. Pablo señaló que la iglesia necesita personas con toda humildad y mansedumbre, que se soporten con paciencia los unos a los otros en amor (Efesios 4:2). Y necesitamos una variedad de "adiestradores" (pastores, maestros, mentores espirituales) que nos ayuden a avanzar hacia la unidad de la fe y a la madurez (verso 13).
El objetivo, a medida que escuchamos la enseñanza y disfrutamos juntos en la iglesia, es crecer hasta alcanzar la madurez en Cristo (verso 15). Todos estamos aprendiendo y podemos alentarnos unos a otros en el camino hacia la madurez en Jesús.
Algo similar sucede en la vida de los seguidores de Jesús. Pablo señaló que la iglesia necesita personas con toda humildad y mansedumbre, que se soporten con paciencia los unos a los otros en amor (Efesios 4:2). Y necesitamos una variedad de "adiestradores" (pastores, maestros, mentores espirituales) que nos ayuden a avanzar hacia la unidad de la fe y a la madurez (verso 13).
El objetivo, a medida que escuchamos la enseñanza y disfrutamos juntos en la iglesia, es crecer hasta alcanzar la madurez en Cristo (verso 15). Todos estamos aprendiendo y podemos alentarnos unos a otros en el camino hacia la madurez en Jesús.
Padre, gracias por los que me ayudan a crecer en la fe. Ayúdame a madurar.
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