miércoles, 29 de junio de 2016

Su amorosa presencia

… No te desampararé, ni te dejaré. Hebreos 13:5
Cuando nos enteramos de que a una amiga le habían diagnosticado cáncer, quedamos destrozados. Ella era una persona vivaz que había bendecido a todos los que se cruzaban en su camino. Mi esposa y yo nos alegramos cuando empezó a recuperarse, pero a los pocos meses el cáncer volvió para vengarse. Era demasiado joven para morir…
Inline image 1Su esposo me contó cómo fueron sus últimas horas. Cuando ya estaba demasiado débil y casi no podía hablar, ella le susurró: "quédate conmigo". Lo único que quería en esos momentos oscuros era su amorosa presencia.
El escritor de Hebreos consoló a sus lectores citando Deuteronomio 31:6, donde Dios le dijo a su pueblo: No te desampararé, ni te dejaré (Hebreos 13:5). En los momentos más oscuros de la vida, la seguridad de la amorosa presencia del Señor nos garantiza que no estamos solos. Él nos da la gracia para resistir, la sabiduría para saber que está obrando, y la confianza de que Cristo puede "compadecerse de nuestras debilidades" Hebreos 4:15.
Abracemos juntos la bendición de la amorosa presencia de Dios, para poder decir con confianza: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Hebreos 13:6.
Señor, gracias por prometerme que jamás me dejarás. Quiero descansar en tu presencia.
En la presencia de Dios hay paz.

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