miércoles, 29 de junio de 2016

Realidad Dolorosa Que Ayuda

“Bernabé estuvo de acuerdo y quería llevar con ellos a Juan Marcos; pero Pablo se opuso terminantemente ya que Juan Marcos los había abandonado en Panfilia y no había continuado con ellos en el trabajo. Su desacuerdo fue tan intenso que se separaron. Bernabé tomó a Juan Marcos consigo y navegó hacia Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor, y pasó por Siria y Cilicia, animando a las iglesias.” – Hechos 15.37-41
Algunas personas leen este pasaje y piensan, “entiendo el punto de vista de Pablo y estoy de acuerdo con su decisión.” Otros leen el mismo pasaje y piensan, “Pablo cometió un error y quedó como el malo. Bernabé tomó la decisión correcta.” 
Aunque a veces se tiende a acordar con uno y otras con el otro, ambas decisiones parecen verosímiles y comprensibles. Se podría decir que todos necesitamos en nuestras vidas personas como Bernabé y como Pablo.
Juan Marcos, el hombre en cuestión, abandonó a Pablo y a Bernabé. Ellos estaban en Panfilia, y Juan Marcos, prácticamente se levantó y se fue sin regresar. Hizo algo que ninguno de nosotros apreciaríamos. Pablo no confiaba en él, y con toda razón, pero Bernabé quería darle otra oportunidad, también entendible.
Todos necesitamos personas como éstas en nuestras vidas; personas que nos van a hacer responsables por lo que hacemos, pero que también nos den otra oportunidad. Siempre hay personas en la vida que no confían en nosotros por cosas que hicimos, y no están equivocadas en sentirse así.
Pero también hay personas en la vida que sin tener en cuenta lo pasado, nos han levantando y han dicho, “Continuemos donde quedamos y dejemos que la gracia de Dios trabaje en esto.” Tener a mano solo uno de estos dos tipos de personas nos dejaría con una perspectiva nada saludable, o por lo menos seríamos tentados a ver las cosas un tanto descolocadas.
Y también necesitamos aprender a responder a los demás de ambas maneras. A veces necesitaremos dejar que esas personas vivan con las consecuencias de sus acciones, para que puedan entender el impacto de sus malas decisiones. Y por otro lado, algunas veces tendremos que permitir que ellos regresen a nuestro lado, a pesar del pasado.
Dale un vistazo a las relaciones en tu vida. Acepta la manera en que los demás te ven. Algunos puede que no confíen en ti por lo que has hecho, y es posible que tengas que aceptarlo. En cambio, otros puede que te hayan dado la bienvenida sin importar cuántas veces has fallado.
Agradece por ambos, porque ellos te ayudan a ver el panorama completo. Aprende a mostrar en tu propia vida ambos lados de esa moneda, y solamente pide mucha gracia.

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