miércoles, 15 de junio de 2016

¿Si Dios Sabía que Adán y Eva iban a Pecar, por qué los creó/dejó?

Dios no puso Adán en un estado de prueba en el Edén por la mera curiosidad de ver si iba a caer, o por malevolencia para hacerlo caer, sino con el auténtico deseo de que Adán, haciendo uso del amplio poder que le fue confiado, obtuviese la recompensa final por su fidelidad, aun teniendo la total libertad de pecar.
Good_VS_Evil_by_kwekuLa situación de Adán era privilegiada. Prácticamente Dios le da una libertad total y solo le prohibe una cosa, no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, con claras consecuencias si desobedecía: la muerte.
Adán y Eva no fueron robots biológicos. Fueron seres con libre albedrío. Sobre este punto hay que dejar muy claro que Dios no es la causa del pecado de Adán (Santiago 1:13), sino que Dios le deja la capacidad de escoger. El hecho de haber un árbol de la ciencia del bien y del mal acentúa claramente esta libertad y capacidad de elección.
Ahora bien, ¿si Dios sabía que Adán y Eva iban a pecar, por qué los dejó hacerlo? 
Por un lado, la Biblia muestra claramente que Dios es omnisciente. Job 37:16, Salmo 139:2-4; Salmo 147:5, Proverbios 5:21, Isaías 46:9-10, y 1 Juan 3:19-20 no dejan lugar a la duda que el conocimiento de Dios es infinito, y Él sabe todas las cosas que sucedieron, suceden y sucederán.
Por otro lado, la Biblia no nos dice detalladamente por qué los deja pecar, pero sí hay algunos puntos que podemos inferir.
  • Si Dios sabía que Adán y Eva iban a pecar, está claro que esto no iba a pillar a Dios por “sorpresa.”
  • Si la objeción es que Dios no debió haberlos creado, estaríamos pidiendo nuestra propia inexistencia, lo cual sería absurdo. Por otra parte, la humanidad llegó a un grado tal de depravación que eso es precisamente lo que Dios hace en el diluvio, dejando solo a Noé y a su familia como vástagos de esperanza en lugar de eliminarlos totalmente. Dios vio algo en el hombre que valía la pena salvar.
  • Si Dios crea a Adán/Eva con libre albedrío, es factible especular que Dios sabía que ellos caerían tarde o temprano, sin importar sus advertencias. Esto también nos sucede como padres. Hay veces que dejamos que los hijos hagan su voluntad para que aprendan las consecuencias de su desobediencia. Es parte del proceso de educación y aprendizaje. En este mundo continuamente vemos que el pecado y la rebelión son graves; y si no nos gusta esta situación, entonces ¡odiemos el pecado!
  • Podríamos, pues, pensar que Dios pudo poner a alguien en la tierra que nunca pecase en lugar de Adán y Eva. Bueno, eso es precisamente la solución y lo que hizo en la persona de Jesucristo, a quien Pablo llama el “Último Adán” (1 Corintios 15:47) venido del cielo.
  • Otra opción: Dios pudo haber limitado el libre albedrío de Adán/Eva, pero precisamente el libre albedrío es lo que nos hace humanos, porque sin libre albedrío tampoco existiría amor verdadero.
  • Aunque Dios no deseaba la caída del hombre, este evento funciona para llevar a cabo los planes de la redención humana. De forma similar, Jesús no deseaba su propia muerte y sufrimiento (Mateo 26:42), pero lo hizo por amor. Génesis es el paraíso perdido, el resto de la Biblia es la ejecución del plan de redención, y el Apocalipsis es el paraíso nuevamente recuperado. Todo esto con el beneficio adicional de saber que la rebelión es una mala idea.
  • El ser humano, es muy posiblemente el único ser con libre albedrío que ha experimentado el pecado en todo su potencial, y aun tiene la oportunidad de heredar el Reino de Dios. A los ángeles caídos no les será otorgado tal privilegio. 
  • Alguien podría pensar que Dios pudo haber creado un universo en donde todo el mundo le amara y Adán/Eva nunca pecaran, pero tal mundo no sería factible si Dios quisiera preservar el libre albedrío de los humanos. Verdaderamente, Dios quiere que escojamos amarlo y obedecerlo (2 Pedro 2:4), igual que un padre quiere que sus hijos lo amen de corazón y corran a sus brazos abiertos. Pero los hijos tienen libre albedrío y existe el peligro de que nuestros propios hijos rechacen libremente nuestro amor. Es un riesgo que todos los padres están dispuestos a correr, porque el amor verdadero vale la pena. El amor no puede ser forzado, porque el único amor que vale la pena recibir es el amor libremente otorgado. 
Dios sabía desde un principio que la humanidad caería, y aun así les otorga libre albedrío en un mundo donde las acciones tienen consecuencias reales. De otra forma, viviríamos en un mundo de caricatura donde no existiría la posibilidad de pecar, pero también sería un mundo donde la bondad verdadera, la virtud, el sacrificio, la belleza y el amor serían de pacotilla o simplemente no existirían.
Un mundo sin libertad es un mundo sin amor. Dios es Amor, por eso nos da libertad. 
Un mundo sin libertad es un mundo sin amor. Dios es Amor, por eso nos da libertad. Por esto manda a su Hijo como rescate, “para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna.” Juan 3:16 Ese ha sido el plan de Dios desde el principio, y será el plan que se ejecute: la vida eterna a todo el que crea en Él. Aprendamos del error de Adán y Eva para usar esa libertad sabiamente mientras estemos en esta Tierra, como Dios quiso desde el principio, y démosle la Gloria a Él (Romanos 11:36):
“Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre!" Romanos 11;36

 

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