lunes, 9 de mayo de 2016

Todo está en una sonrisa

La sonrisa del rey es promesa de vida; contar con su apoyo es recibir un premio inesperado.” (TLA) PROVERBIOS 16:15 
Cuando pensamos en las cosas que pueden pasar en la vida, las preocupaciones, los problemas, el estrés y las luchas, nos olvidamos de una cosa que puede cambiarlo todo: y ésa es una sonrisa, sonrisa que puede ser hallada en abundancia.
Male Sales Assistant At Checkout Of Clothing Store With CustomersEn el Hospital Christie en Manchester, lo primero que uno ve es una sonrisa en un rostro dirigida a un extraño, a mí. Y no es algo extraño que dondequiera que vayamos, en él, hay siempre una sonrisa, un rostro cálido y un brillo.

 
El personal es fantástico y nos provee un sentimiento de paz que nos hace sentir que no nos sobrevendrá ningún daño. 
¿Cómo lo logran?
Con serenidad y astucia mientras realizan sus labores diarias con una eminente sonrisa.

 Pero una cosa inspira a cada uno de los pacientes, y es que a pesar del estado de su salud, ninguno de ellos, una mezcla de todas las razas y sexos, será atendido sin una sonrisa de “oreja a oreja”.

 Al mirar alrededor, me animo y cobro fuerzas.
Me sumaré a este grupo sin importar cuánto tiempo haga falta para salir de esto una persona mucho más fuerte. Planeo sonreír más cada día, ahora que he aprendido su verdadero significado.
Esta reflexión, escrita desde la perspectiva de un paciente en un hospital, no es en realidad tan solo un llamado a un grupo de profesionales de la medicina, sino más bien un desafío para todos nosotros. Porque el autor, a pesar de su estado de salud, reconoce el valor espiritual y terapéutico que una sonrisa puede ofrecer. 
No es solo que el sonreír nos bendiga a nosotros mismos, ya hemos escuchado que sonriendo tensamos muchísimos menos músculos que frunciendo el ceño, sino que a través de la sonrisa cálida y genuina podemos compartir paz y sanidad a quienes tanto lo necesitan. Obviamente, el énfasis está en la calidez y autenticidad de una sonrisa que nace en el corazón, y no simplemente en la intención de pasar por socialmente correctos.
Tal vez sea eso parte de nuestro servicio a DIOS: sonreír a los demás y alegrarles el día. Pero tal vez tú pienses que la sonrisa no brota tan rápidamente en tu rostro y 
que necesitas ayuda. Entonces, ¿por qué no dedicar un tiempito para acercarnos, junto con tantos otros que necesitan al Señor, a una congregación y adorar con ellos, abriendo nuestros corazones para recibir no solo la paz, poder y sabiduría que todos necesitamos, sino también la gracia para bendecir a cuantos nos rodean… con una sonrisa del corazón?
Ayúdame Señor, a cambiar de actitud y que pueda sonreír a mi prójimo, transmitiendo una sensación de paz, seguridad y de que nada malo nos puede ocurrir. En el nombre de Cristo, amén.

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