1 Pedro 5:8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar“
Como león rugiente,... ¿cómo caza el león? Este animal se acerca lentamente, rodea a su presa y espera el momento más oportuno para atacar; cuando la presa se siente más segura es precisamente, cuando el león aprovecha para estar más cerca, atacar y devorarla; así es como el león caza para alimentarse, y si la palabra de Dios te dice que Satanás anda como león rugiente, significa que te anda rondando a ver cuando te sales de tu cobertura para poder atacarte.
Cuando sales un poquito, para poder hacerte caer él anda cerca. Tiene demonios que nos siguen a todas partes, porque como no es Dios no puede estar en todos lados al mismo tiempo, puesto que solo Dios lo puede hacer. Así que, al diablo le toca comprar móviles para sus demonios, y así poder estar comunicados y saber los movimientos de los cristianos a través del mundo.
En el ejército, para hacer una emboscada se busca un lugar de difícil acceso, con solo una entrada y una salida, que tenga buena cobertura para poder esconderse y obligar a tu adversario a pasar por allí. Este se tiene que sentir seguro, así que tienes que ponerle cebos para que pueda ser engañado fácilmente, y de esa forma, poder atrapar al enemigo dirigiendo la fuerza del combate desde los extremos hasta llegar al centro, donde quedará totalmente aniquilado nuestro adversario. Según las estadísticas, la emboscada es el medio más efectivo para aniquilar a un enemigo, puesto que hasta ahora nadie ha quedado vivo después de una.
Así es como Satanás hace con el pueblo de Dios, lo engaña, lo distrae, y lo aparta de la presencia de su Dios. Lo mete con enredos en un callejón sin salida, y cuando menos te esperas, estás con un mundo de problemas, y con mucha culpa para acercarte y pedir perdón y ayuda a Dios. Y como constantemente te está bombardeando tu mente con mensajes como: ¿cómo le fuiste a fallar a Dios?, ¿cómo caíste tan bajo?, ¿así es como te haces llamar hijo de Dios? y cosas por el estilo, que te bajan la autoestima y no te permiten meterte en la presencia del Dios vivo para poder ser restaurado, así te puede llevar hasta la instancia de aniquilarte.
Ahora bien, nunca en la historia, un grupo de 7 personas va atacar a un grupo de 50, o uno de 50 a uno de 1,000, porque por muy buena y bien preparada que esté la emboscada, el poder de la contraofensiva es mayor. Sin embargo, Satanás actúa engañando al pueblo de Dios; él ataca con 7 contra 50, pero los engaña diciéndoles que esos 7 son más que 50, contradiciendo lo que dice la palabra de Dios: “…Mayor es el que está en mí que el que está en el mundo…” 1 Juan 4;4, y si mayor es el poder que tenemos y ése no nos puede tocar, ni mucho menos vencer, es algo que no podemos olvidar.
Jesús dio su vida por ti, y si tú lo aceptaste como Señor y Salvador, Él te restaurará mientras tú le creas a Él y sigas su palabra. Si te arrepientes de corazón y le pides perdón, Él es fiel y justo y no te dejará; mandará ángeles en tu auxilio y no te dejará caer nunca.
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