No nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5:9
Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos. Salmo 31:14-15
Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos. Salmo 31:14-15

Y usted, ¿cree en el destino? ¿Nuestra vida está trazada de antemano? ¿Hagamos lo que hagamos el resultado es el mismo? El hombre se hace preguntas y habla mucho sobre este tema, pero las opiniones varían. ¿Y Dios qué piensa de todo esto? Busquemos las respuestas que Él nos da en la Biblia.
Dios es amor, justo y soberano en sus decisiones. Él tiene en su mano el destino de cada uno de nosotros. Él es el Señor del tiempo y propone a todo hombre un camino de vida en esta tierra para más allá de la muerte.
Pero somos criaturas libres a nuestro albedrío. Mediante nuestras decisiones, o bien hacemos la voluntad de Dios, o vamos en contra de ella. Dependiendo de nuestro comportamiento y de nuestras decisiones, habrá consecuencias positivas o negativas. La muerte, pasaje obligatorio para todos, es en realidad una puerta abierta a los dos destinos posibles.
Dios nos dice: “Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas” (Deuteronomio 30:19). Esta decisión me pertenece y tengo que tomarla durante toda mi vida.
Dios nos dice: “Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas” (Deuteronomio 30:19). Esta decisión me pertenece y tengo que tomarla durante toda mi vida.
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