miércoles, 20 de enero de 2016

¿Y si me dicen que no?

La duda y el sentimiento de temor son algo que a todos nos rodea cuando debemos tomar decisiones o esperar respuestas. Somos tan reflexivos y nos preocupamos tanto por lo que sucederá, que traemos a nuestra mente toda clase de dudas y suposiciones basadas en el temor; temor que en la mayoría de las ocasiones solo nos quita el sueño y la tranquilidad.
Una de las cosas en las que más pensamos es en lo que puede pasar si la respuesta es un “no”, o si el resultado de lo que queremos hacer es “negativo”. Pero resulta que no podemos conocer nuestra capacidad si no la ponemos a prueba, como tampoco podemos obtener un resultado sin antes haber hecho lo que corresponde; a veces es necesario asumir el riesgo y actuar, para obtener una solución o una respuesta.

En ocasiones tenemos tanto miedo a un “no” como respuesta, que creemos que el mundo se nos acaba porque alguien nos dé una negativa por contestación. Es difícil prever una respuesta negativa ante algo que estamos deseando o esperando, tanto que llegamos a olvidar que a pesar de lo que digan o que suceda, Dios sigue teniendo el control absoluto de todas las cosas.
Si estás a la espera de una noticia o respuesta, aún estas a tiempo, te queda la carta más importante de tu juego, ésa que por alguna razón solemos dejar para el final; esa carta se llama ”la respuesta de Dios”, la que cambia todo el panorama. Aunque recibas o puedas recibir el “no” que tanto temes, no te preocupes por lo que digan las personas o las circunstancias, ocúpate de esperar lo que Dios tiene que decirte.
Puede que pienses que todo es muy difícil porque tu situación así te lo hace ver; puedes estar a punto de rendirte ante el temor que sientes por esa necesidad tan urgente que tienes, pero la duda, el miedo y la ansiedad son solo obstáculos que te provocan inseguridad y te roban la paz.
Piensa en esto: la voluntad de Dios para tu vida es buena, agradable y perfecta, sin importar la respuesta que puedas recibir. Dios siempre tendrá la mejor para ti. Si te responden con un “Sí” es una gran noticia, pero si te responden con un “No” es aún mejor, ¿por que? Porque quiere decir que Dios tiene algo mejor de lo que imaginas.

Sea cual sea tu situación no temas por la respuesta, pues si has decidido confiar en Dios, lo que venga será lo mejor para tu vida porque Él nunca va a fallarte. Creer es fácil cuando vemos que todo está bien, pero en medio de las dudas y el temor los que creen son los verdaderos valientes.

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