“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir, ganancia.” – Filipenses 1:21
Cuando Pablo escribió acerca del vivir o morir a la Iglesia de Filipos, estaba preso. A pesar de estar encarcelado, esta carta está escrita con mucha alegría a una iglesia muy generosa en ofrendas y amor. El primer capítulo de su carta es el más personal, y él va a compartir la paradoja a la que muchos creyentes se enfrentan hoy en día: Parece como si estuviéramos atrapados entre dos mundos … éste en el que tenemos mucho trabajo que hacer para Cristo, y el otro, donde estaremos siempre con el Señor. Él dice en un pasaje posterior “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros”. (Filipenses 1:23-24)
Es fácil de entender lo que está diciendo Pablo. Conforme pasa el tiempo y se pasa más tiempo en este mundo, se espera con ansias el Cielo, se sueña con ver a Jesús cara a cara, se espera que no exista más llanto y tener una visión perfecta de Él. Sin dolores de cabeza, solo coronas en la misma. Con muchos deseos de cantar con los ángeles y echar esas coronas a los pies del Salvador.
Pero también con ganas de pasar tiempo con la familia aquí en la tierra. Se esperan momentos para leer la Biblia a los hijos o nietos y enseñarles canciones de adoración a Dios. Se esperan momentos de adoración en la iglesia y escuchar sus dulces voces cantando en voz alta por amor al Señor. Me encanta tener buenos recuerdos y planificar para el futuro.
Debemos desear las cosas del Cielo, mientras pasamos tiempo aquí en nuestra morada temporal. Y cuanto más cerca caminamos con el Señor, más esperamos y más cerca estamos del Cielo. Es como vivir con nostalgia, ya que como creyentes estamos“obligados” a estar en este lugar imperfecto, deseando, al mismo tiempo, estar en ese lugar perfecto donde nuestro Padre vive: nuestra casa.
Vivimos para Cristo porque Él murió por nosotros. Qué apropiado es entonces que Pablo haga esta declaración tan maravillosa. Cristo es la vida, y cuando estamos en Cristo tenemos toda la ganancia que necesitamos.
Tenemos, aquí, algunas cosas para pensar y hacer:
1. Piense en cómo gasta su tiempo aquí en la tierra. Anote 3 maneras en las que usted puede ser un embajador eficaz de Cristo
2. Cante alguna canción cristiana que le haga pensar en el Cielo.
3. Considere esto … si tuviera que elegir vivir para sí mismo o morir por Jesús, ¿Cuál elijara? En serio … ¿Qué escogería?
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