martes, 12 de enero de 2016

Hijos pródigos

Vivimos cada día con el desafío de que nuestra vida cotidiana refleje santidad. Dicho de otra forma, queremos no solo hablar de Cristo sino mostrarlo, que nuestra vida sea un reflejo de Él. ¡Luchamos por ello! Cuanto más cerca estamos del Señor, más posibilidades tenemos de victoria; más alejados de Él, solo podemos “pedir nuestra herencia” y marcharnos a “tierras lejanas”.
Fijémonos en Lucas 15:11-24
1)  Dame La Herencia
Pedir la herencia = Declarar la muerte = Separación.
Con nuestras acciones, a veces nos Separamos de Dios.
Vivir o arrastrar pecados nos lleva a pedir nuestra herencia. Bajo esta condición nos hacemos daño y dañamos a otros.
2)  Volver en Sí
Dios tendrá que permitir el sufrimiento. (Comenzó a faltarle) verso 14.
Dios permitirá la necesidad. (Tuvo hambre verso 16)
Tendremos que experimentar humillación. (cuidar cerdos verso 15)
Pero Dios siempre abrirá una puerta para volver, para recapacitar verso 17.
3)  EL Padre nos ve aún de lejos


Para volver al padre debe haber arrepentimiento, no nostalgia. verso 18
Humillación. “No soy Digno”. verso  19
Determinación de volver. Cambio de actitud y de acción. verso 20
¡Hermoso! El Padre siempre nos espera y cuando nos ve, nos restaura. verso 20
Conclusión
Hoy es tiempo de “volver”, y no importa cuánto tiempo haga que hayamos “pedido la herencia”. Nos hemos alejado, nos hemos hecho daño e hicimos daño, incluso puede que estemos sufriendo, que estemos pasando necesidades. Humillémonos ante Su presencia, arrepintámonos, que hoy Dios abre la puerta y nos espera mirando de lejos. Él está listo para recibirnos y restaurarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario