sábado, 23 de enero de 2016

A los que viven al amparo del Altísimo

“Los que viven al amparo del Altísimo…..
Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales…. No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día. No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía. … Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ninguna plaga se acercará a tu hogar.” (partes del Salmo 91 )
El_28071227Actualmente existe un alto grado de temor debido a la ola de violencia, robos, atracos, enfermedades mortales y catástrofes que amenazan la tierra.
Frecuentemente se ven consejos publicados por diversos medios, sobre cómo cuidarse de estos males o cómo actuar en caso de ser víctima de una de estas desgracias. Y apena saber que mucha gente aún confía en sus propios métodos, incluyendo muchos cristianos.
Mas según las promesas del Salmo 91, el Señor asegura guardarnos de todos estos males aunque estén muy próximos a nosotros. Es una falacia que debamos entregar nuestros bienes a un hijo de las tinieblas que quiera robarnos, o que aceptemos que nuestros hijos se vayan a enfermar de cualquier virus que se mueva sobre la tierra, ni tampoco que debamos resignarnos a vivir sometidos al terror de que alguna catástrofe natural acabará con nuestra vida. No tenemos porqué.
Así que en lugar de practicar cómo entregar la cartera si un delincuente nos la pide, o a qué centro médico ir en caso de que el virus del momento toque a un familiar, mejor centremos nuestras fuerzas y tiempo en “orar, reclamar, declarar y creer” cada una de las promesas de protección que Dios ofrece a los que “Habitan” bajo su amparo.
Este salmo 91 fue escrito hace muchos años; pero sigue vigente a día de hoy. Dios es el mismo de ayer y su poder no ha disminuido y sus promesas siguen siendo de “Sí y amén”. Reclamemos los cuidados que están a nuestro servicio cuando vivimos al amparo de nuestro Señor. Habite en la presencia de Dios y nada podrá dañarle.
Lo que acontece en este tiempo no es mayor que el poder de Dios. Solo su cuidado nos librará de todo mal.
Salmo 91
Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.
Declaro lo siguiente acerca del SeñorSolo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío.
Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales.
Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.
No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día.
No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía.
Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu alrededor, esos males no te tocarán.
Simplemente abre tus ojos y mira cómo los perversos reciben su merecido.
Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, 10 ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar.
11 Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas.
12 Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra.
13 Pisotearás leones y cobras; ¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies!
14 El Señor dice: Rescataré a los que me aman; protegeré a los que confían en mi nombre.
15 Cuando me llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré.
16 Los recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación.

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