¿Todavía existen los caballeros?

Hoy en día, en la sociedad y en la cultura, ha cambiado mucho la forma de relacionarnos los hombres con las mujeres. Los hombres caballeros, solían elucubrar largos planes para conquistar a una mujer. Pero generalmente, esto ya no sucede así.

¿Correcto? Tú, ¿qué piensas? Quizá sea porque los hombres se han vuelto un poco más haraganes, o que ya no tienen tanto tiempo en su ajetreada agenda para poder cortejar. O puede ser que las mujeres ya no sepan cómo comportarse.

Una canción popular dice:

“Si me dices que si, piénsalo dos veces.
Puede que te convenga decirme que no.
Si me dices que no, puede que te equivoques.
Yo me daré a la tarea de que me digas que si.”

Luego, concluye su coro de la siguiente manera:

“Dime que no,
Me tendrás pensando todo el día en ti,
Planeando la estrategia para un sí.

Dime que no.
Lánzame un sí camuflado.
Clávame una duda
y me quedaré a tu lado.”

Este canto popular, dice a gritos que le digan que NO.

A todo lo que piensa la mujer contemporánea, el hombre cree que le diremos que no, y lo dejemos trabajar a él.

Es bonito ser aceptada, es bello ser amada, es hermoso encontrar el amor de tu vida. Pero sabes que no sucederá eso, si primero no te comportas como “una gacela esperando ser “cazada”. Así lo describe una escritora de libros cristianos, cuando define el rol del hombre y de la mujer en el cortejo. El hombre deberá ser el que busca y el que conquista. No le quitemos ese espacio.

Mientras que nosotras, las mujeres, debemos ser las que “movemos las ramitas y las hojas para que el cazador se dé cuenta que allí estamos, esperando que llegue”.
No quiere decir que siempre vayas a decir que SÍ. Solo debes disfrutar del juego del cortejo. Nadie te apura. Después no podrás volverte atrás de tu decisión, este es el momento de hacerlo, y poco a poco tendrás miles de oportunidades de decir que sí.