martes, 1 de diciembre de 2015

¿Dijo Jesús eso?

Casi al final de sus palabras de exhortación a los ancianos de Éfeso, el apóstol Pablo les recordó que Jesús una vez dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). El problema que muchos tienen con la cita de Pablo concerniente a Jesús, es que en ningún lugar en los evangelios o en algún otro lugar de las Escrituras, aparece esta cita. Según la crítica de la Biblia,
Una de las citas incorrectas más grandes de Pablo se encuentra en Hechos 20:35, donde él dice: “...se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. En ningún lugar en el Nuevo Testamento se ve que Jesús hiciera tal enunciado. 
¿Realmente se equivocó Pablo? ¿Distorsionó las palabras de Jesús? ¿Qué explicación lógica puede haber del por qué estas palabras no están registradas en los relatos de los evangelios?
Primero, no existe indicación de que el apóstol Pablo poseyera los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan durante su ministerio, o que los necesitara para conocer lo que Jesús enseñó. De hecho, probablemente fueron escritos algunos años después de que Pablo comenzara sus viajes misioneros, y también probablemente, después de que él recordara a los ancianos en Éfeso el enunciado de Jesús concerniente a dar. 
Realmente, Pablo no dependió de los relatos del evangelio para saber lo que Jesús dijo. En cambio, él recibió revelación sobrenatural directamente de Dios. Jesús habló directamente a Pablo en el camino a Damasco (Hechos 9; 8.22); “el Espíritu” no le permitió predicar en Bitinia (Hechos 16:7), y “el Señor habló a Pablo en visión” en Corinto (Hechos 18:9). Pablo fue un apóstol inspirado (1 Corintios 14:37; 2 Pedro 3:16), y el mensaje que predicó vino directamente de Dios. A las iglesias de Galacia, Pablo dijo: “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (1:11,12). Aunque los relatos del evangelio son muy importantes para los cristianos del siglo veintiuno, el apóstol Pablo no necesitó consultarlos para saber si Jesús enseñó, “Más bienaventurado es dar que recibir”.

Segundo, los estudiantes de la Biblia han de saber que no todo lo que Jesús dijo o hizo fue registrado por los escritores del evangelio. En efecto, casi al final del relato del evangelio según Juan, él comentó sobre esta verdad dos veces, diciendo, “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro... Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir” (Juan 20:30; 21:25). Además, ninguno de los relatos del evangelio es igual. Lo que un escritor registró, otro u otros pudieron haberlo omitido. Por ejemplo, Lucas anotó que Jesús dijo al ladrón penitente en la cruz, “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (23:43), aunque Mateo, Marcos y Juan omitieron estas palabras. ¿Desacredita esto de alguna manera el relato de Lucas? De ninguna manera. Lo cierto es que los cuatro relatos son testimonios escritos, independientes de la vida de Cristo, y algunos contienen más o menos información sobre un tema en particular que los otros.
¿Es posible que Pablo citara un dicho de Jesús (que puede haber sido muy conocido en el primer siglo), pero que no fuera registrado por los escritores del evangelio? Perfectamente sí. ¿Desacredita esto de alguna manera, a Pablo de ser un escritor inspirado, o significa que él “citó incorrectamente” las palabras de Jesús? En absoluto.

Subió a su coche a un hombre sin hogar. Entonces, lo alimentó y le prometió algo que lo hizo llorar.

“Nadie me había demostrado generosidad en bastante tiempo”.
Este hombre sin hogar nunca olvidará el hermoso momento que vivió junto al joven del vídeo. El dueño del coche lo recogió, lo sentó a su lado y lo llevó a pedir comida rápida para saciar su hambre. Pero la cosa no terminó ahí, él fue más lejos y le prometió que cada día iba a preocuparse de darle alimento. Ante este acto de generosidad desinteresada, el veterano no pudo disimular la emoción. Simplemente, se echó a llorar y abrazó a su benefactor.

Hechos 20:3535 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Proverbios 19:17
El que se apiada del pobre presta al SEÑOR, Y El lo recompensará por su buena obra.
Proverbios 14:21
El que desprecia a su prójimo peca, pero es feliz el que se apiada de los pobres.

Proverbios 28:27
El que da al pobre no pasará necesidad, pero el que cierra sus ojos tendrá muchas maldiciones.

Isaías 58:7-11

¿No es para que partas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante?…
 

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