Nuestra fe es fe de pacto

Hebreos 11:6 Porque a Dios no le gusta que no confiemos en él. Para ser amigos de Dios, hay que creer que él existe y que sabe premiar a los que buscan su amistad. Dios quiere que aprendamos a creerle a Él, que depositemos nuestra fe en el único Dios verdadero creyendo que Él hará en el nombre precioso de su hijo amado Jesucristo.

El propósito de la enseñanza: Permanecer firmes en la fe que hemos recibido de nuestro señor Jesucristo, por lo cual podemos mantener nuestra comunión con Él hasta alcanzar aquello por lo cual hemos sido llamados

Fe: Es nuestra vida de relación de pacto con Dios, y es necesaria para ser posicionados.
Fe: En hebreo proviene de "fidelidad", y está establecida en la fidelidad de Dios.

Nuestra fe no está posicionada fundamentalmente, en lo que creemos ni en lo que confesamos, sino en la fidelidad de Dios, en nuestra vida de relación con Dios.

Pacto: es la expresión de una intención de relación, es el compromiso que lleva una relación al éxito. Incluye principios de integridad y leyes que establecen límites en nuestra relación.

         A. ¿Cómo Podemos Afirmar Nuestra Fe En Dios?

1. Nuestra fe no debe ser emocional o sentimental, sino debe ser sostenida por nuestra obediencia a la palabra de Dios. Romanos 10:17 Así que las personas llegan a confiar en Dios cuando oyen el mensaje acerca de Jesucristo. Es importante escuchar la palabra de Dios y ponerle atención. Pero más importante es ponerla por obra, que la palabra haga la función de alimentar nuestra alma, y que vaya sanando y restaurando todo nuestro ser interior

2. Nuestra fe está en nuestra vida de relación constante con Dios, en nuestra intimidad y devoción con Dios. Romanos 1:17 La buena noticia nos enseña que Dios acepta a los que creen en Jesús. Como dice la Biblia: Aquellos a quienes Dios ha aceptado, y confían en él, vivirán para siempre. Tenemos que tener una vida constante de comunión con Dios, una vida en la que estemos tan íntimamente ligados que aprendamos a depender de Él, en todo momento y en toda circunstancia.

3. Nuestra fe nos desafía a buscar agradar a Dios en todo, buscando vivir en su voluntad, sintiendo la necesidad de buscar a Dios mientras puede ser hallado. Hebreos 11:6 es que creamos con todo nuestro corazón que Dios existe.

B. El Fruto De Vivir En Fe.

1. La relación con Dios produce fe de pacto, que nos abre el camino para recibir la revelación de nuestro Dios. Mateo 16:16 Pedro contestó: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios que vive y da vida. 17 Jesús le dijo: Bendito seas, Pedro, hijo de Jonás, porque no sabes esto por tu propia cuenta, sino que te lo enseñó mi Padre que está en el cielo. Dios le da una revelación a Pedro; esto se debía a la relación constante que él mantenía con Jesucristo, y la palabra nos enseña que la comunión con Jesús nos abre la puerta para que el Padre Celestial nos revele sus planes, sus intenciones, y sus más íntimos secretos para edificarnos.

2. Por revelación de la palabra vamos a conocer más de nuestro Dios Juan 11:21 Entonces Marta le dijo a Jesús: Señor, si tú hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22 Pero a pesar de todo lo que ha pasado, Dios hará lo que tú le pidas. De eso estoy segura. 23 Jesús le contestó: Tu hermano volverá a vivir. 24 Y Marta le dijo: Claro que sí, cuando llegue el fin, todos los muertos volverán a vivir. 25 A esto Jesús respondió: Yo soy el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir. Quien pone su confianza en mí, aunque muera, vivirá. 26 Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Puedes creer esto? 27 Marta le respondió: Sí, Señor. Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que debía venir al mundo. En esta pequeña conversación podemos apreciar como Jesús en cada respuesta, le revela los secretos del reino a Marta y le afirma que Él resucitará a todos aquellos que han creído, confiado y permanecido en Él.

3. Por la fe vamos a perseverar fieles hasta el fin. Filipenses 3:12 Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo. La fe en Dios nos hace vivir, la fe en Jesucristo nos limpia de todo pecado y cada día nos va restaurando y acercando más a su reino, y la fe en el señor Espíritu Santo nos hace hacer cosas que nunca habíamos hecho y nos ayuda, en todo momento e instante de nuestra vida, a permanecer firmes, nos ayuda a seguir confiadamente con paso seguro hasta alcanzar el galardón de la vida eterna.
4. Nuestro entendimiento es abierto para caminar buscando una ciudad no hecha por manos de hombre, sino cuyo arquitecto constructor es Dios. Hebreos 11:10 Abraham confiaba en que algún día vería la ciudad que Dios había planeado y construido sobre bases firmes. Esta es la esperanza de nuestra fe, nos hace seguir perseverando, caminando con la esperanza y certeza de que un día estaremos en el reino de Dios adorándole, y le podremos ver tal y como es.

En fin:

La fe no es solo saber que hay Dios, la fe es conocerlo y mantener una relación con Él; fe es compartir con otros que Jesucristo vive y darles el mensaje del evangelio de salvación de nuestro señor Jesucristo, fe es compartir con otros el amor que hemos recibido de Dios, de Jesucristo y del señor espíritu Santo.

Y nunca olvides que eres linaje escogido.

1ª Pedro 2:9 Pero ustedes son miembros de la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho. Tú eres hijo de Dios, eres parte de su linaje escogido, eres parte de su familia, y eres un sacerdote al servicio del Rey de reyes y Señor de señores. Dios mismo te encontró, te sacó del mundo de maldad y oscuridad, y te hizo entrar en su mundo de luz y verdad, de santidad y amor.

Con ese mismo amor que Dios nos ha amado, compartamos con otros el mensaje de salvación y vida eterna, a través del sacrificio de amor de Jesucristo en la cruz del calvario.

Tú no estás solo, Dios te ama y está siempre contigo.

Dios te bendiga, y que el amor del Padre, el amor de Jesucristo y la unción de su espíritu Santo esté siempre contigo, en el nombre de Jesús, amen.