domingo, 18 de octubre de 2015

Yo soy Aquel...

Cuando las horas de desaliento invadan tu alma y las lágrimas afloren en tus ojos, búscame: Yo Soy Aquel que sabe consolarte y pronto se detendrán tus lágrimas.
Cuando desaparezca tu ánimo para luchar con las dificultades de la vida, o sientas que estás pronto a desfallecer, llámame: Yo Soy la Fuerza capaz de remover las piedras de tu camino y hacer sobreponerte a las adversidades del mundo.
Cuando sin clemencia te encuentres de suerte que no encuentres donde reclinar tu cabeza, corre junto a mí: Yo Soy el Refugio, en cuyo seno encontrarás guarida para tu cuerpo, y tranquilidad para tu espíritu.
Cuando te falte la calma en momentos de gran aflicción, y te consideres incapaz de conservar la serenidad de espíritu, clama a mí: Yo Soy la Paciencia que te ayudará a vencer las dificultades más dolorosas y triunfar en las situaciones más difíciles.
Cuando te debatas en los misterios de la vida y tengas el alma golpeada por los obstáculos del camino, grita por mí: Yo Soy el Bálsamo que cicatrizará tus heridas y aliviará tus   padecimientos.
Cuando el mundo solo te haga falsas promesas y creas que ya nadie puede inspirarte confianza, ven a mí: Yo Soy la Sinceridad, que sabe corresponder a la franqueza de tus actitudes y a la nobleza de tus ideas.
Cuando la tristeza o la melancolía intenten albergarse en tu corazón, clama por mí: Yo Soy la Alegría que te infunde un aliento nuevo, y que te hará conocer los encantos de tu mundo interior.
Cuando, uno a uno, se destruyan tus ideales más bellos y te sientas desesperado, apela a mí: Yo Soy la Esperanza que te robustece la Fe.
Cuando la impiedad te revele las faltas y la dureza del corazón humano, aclámame:
Yo Soy el Perdón que te levanta el ánimo y promueve la rehabilitación de tu alma.
Cuando dudes de todo, hasta de tus propias convicciones, y el escepticismo te aborde el alma, recurre a mí: Yo Soy La Fe que te  inunda de luz y de entendimiento para que alcances la Felicidad.
Cuando ya nadie te tienda una mano tierna y sincera y te desilusiones de los sentimientos de tus semejantes, aproxímate a mí: Yo Soy la Renuncia que te enseñará a entender la ingratitud de los hombres y la incomprensión del mundo.
Y cuando al fin, quieras saber quién soy, pregúntale al río que murmura, al pájaro que canta, a la estrellas que titilan.
Yo Soy la Dinámica de la Vida y la Armonía de la Naturaleza.
Me llamo Amor, soy el remedio para todos los males que atormenten tu espíritu.

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