Cierto día, Napoleón señalando a China en el mapa, hizo la siguiente declaración: “Ahí yace un gigante dormido. Déjenlo dormir. Cuando despierte, él moverá el mundo”. Transcurrieron dos siglos para ver hoy en día, el despertar de este gigante.
Sin embargo, ya hace un par de milenios el apóstol Pablo escribió lo siguiente a los Efesios: “y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales” Efesios 1:19-20 (NVI).
Aquí podemos ver que hay un poder celestial a favor de los que creen. Hay un poder dentro de ti que aún no te has dado cuenta que lo tienes. Has atravesado situaciones en tu vida ignorando que en ti había ese poder. Te has encontrado siendo victima de las circunstancias, de los problemas, cuando tú has sido llamado a ser protagonista. Hay un gigante en tu cuerpo dormido que necesitas despertar. Ya has escuchado y quizá has leído unas cuantas veces la historia de David y Goliat. El verdadero gigante fue David, porque sabía el poder que habitaba en él debido a la confianza que tenía en Dios.
La palabra poder viene del griego: “dúnamis”, y tiene diversos significados como fuerza, poder milagroso, es también eficacia, maravilla, es capacidad, es dar, es potencia, es potestad; es todo en nosotros. Ese poder no está predestinado para ciertas personas especiales, lo está a todos los que creen. Si tú crees, ya tienes ese poder. Ese poder es el que te va a hacer más eficaz en la vida, ese poder te va a llevar a mejorar tu vida, tus relaciones. Ese poder te lleva a amar y a servir, te lleva a dar no a quitar. Recuerda que es el mismo poder de Cristo.
¿Cómo despertar al gigante?
- 1. Enójese con usted mismo. ¿Estás cansado de tu manera de vivir? ¿Todo te parece una rutina? ¿No estás disfrutando la vida abundante? Si es así, es tiempo de enojarse consigo mismo pero para bien. No es para que caiga en sentimientos de culpa y frustración, es para que se levante y diga: “Hoy me levanto como un gigante para derrotar a la rutina, a la frustración, a la culpa y a todo aquello que me ha querido mantener dormido”. “Hoy comienzo a vivir en libertad”. Enójese para bien y no volver a caer en lo mismo.
- 2. Tenga una visión. Es muy importante que tengas claro lo que quieres. Para tener las cosas que queremos es necesario verlas primeramente. Si no puedes ver a dónde quieres llegar nunca llegarás. Para desarrollar una visión necesitas tener sueños, y los sueños son los que te hacen crecer.
- 3. Tenga Fe. “Sin fe es imposible agradar a Dios”. Antes de conseguir ese resultado que buscas debes creer que ya lo has conseguido, sin dudar.
- 4. Tenga buenos pensamientos y buenos planes. Quien piensa bien, razona bien y quien razona bien, actuará bien. ¿Cómo son tus pensamientos? ¿Están alineados con la Palabra de Dios? Si piensas de acuerdo a lo que Dios piensa de ti, actuarás como un gigante.
- 5. Tenga presente esforzarse siempre, porque la grandeza exige esfuerzo. Si piensas lograr cosas sin que te cuesten nada, estás equivocado. Debes estar dispuesto siempre a ir por más, a dar el esfuerzo extra.
El Rey David decía: “No haré nada que no me cueste”
Hoy es tu elección comenzar a vivir como un gigante o seguir viviendo con la vida que llevas. Hoy sabes que hay un poder dentro de ti que es para bendecir a otros mientras tú eres bendecido. No te quedes con ese poder dentro de ti, sal y bendice al mundo.
Hoy es tu elección comenzar a vivir como un gigante o seguir viviendo con la vida que llevas. Hoy sabes que hay un poder dentro de ti que es para bendecir a otros mientras tú eres bendecido. No te quedes con ese poder dentro de ti, sal y bendice al mundo.
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