sábado, 19 de septiembre de 2015

¿Cómo marchas con la Visión?

¿Cómo marchas con la Visión?
“Nunca hay viento favorable para el que no sabe hacia dónde va.” 
Son muchas las cosas que has vivido y muchas las que quieres experimentar, todo es parte de una visión.
Si tu visión tomó un rumbo equivocado probablemente estés preocupado, frustrado o cansado. Y te preguntas ¿cómo vuelvo a la visión original?
Se dice que lo mejor para recuperar la visión es untar colirio en los ojos. El Instituto Oftalmológico de Alicante (España) ha logrado la regeneración de tejidos de la superficie ocular, mediante la aplicación de un colirio elaborado a partir de la sangre de los propios pacientes. Lo que llama la atención es que el colirio proviene del plasma sanguíneo de cada paciente.
Eso, como analogía, nos dice que podemos recuperar la visión original si volvemos a nuestras pasiones.
¿Cuál es tu pasión? ¿Estás centrándote en tus pasiones?
“Sin pasión no podemos completar una visión” 
Si tu visión no te apasiona, difícilmente la completarás. Probablemente la tengas bien definida o bien escrita, pero si no la llevas en tu corazón, te puedes desviar del camino y te encontrarás lejos de tu visión original.
Pasa frecuentemente en las organizaciones, en las que encontramos carteles grandes o pequeños con una visión grandiosa; sin embargo, muchos de sus miembros están muy lejos de enfrascarse en la visión, y la razón es que no la llevan en la sangre; entonces hay que hacer una "transfusión" de ideas.
Ninguna organización funciona en piloto automático a la hora de seguir la visión. Las organizaciones están compuestas de personas movidas por pasiones, que necesitan ser guiados para la visión. Si tu organización no está marchando en la visión que debe, puede terminar en cualquier parte menos donde quieres que lleguen o donde quieres estar.
¿Está, pues, tu organización centrada en la visión?
Quizá sea tiempo de revisar la declaración de visión y preguntarte a ti mismo si la visión te apasiona, preguntarte si sabes hacia dónde vas y cuándo llegarás, y luego pregúntale a tus colaboradores lo mismo que te has preguntado, porque la visión representa lo que podría ser... y debería ser.
Cómo Líder tienes una gran responsabilidad en desarrollar la visión y compartirla cada día. Cuando dejas de compartirla, tu visión se puede nublar y te puedes llegar a perder, y a continuación tus colaboradores también. Si tú ves la mitad, ellos también verán la mitad.
Si estás teniendo inconvenientes con tu visión, y te cuesta “untarte el colirio” para ver tus sueños hechos realidad en tu vida o en tu organización, es tiempo de compartirla.

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