Dejando a un lado las herencias generacionales que se trasfieren de una generación a otra, cuando hablamos de pecados heredados de generación a generación, les decimos a los hermanos que se arrepientan de esos pecados ocultos que no conocemos de nuestros ancestros. Entonces, cuánto más no haremos para Dios; paguemos los diezmos generacionales heredados de nuestros antepasados. Recordemos que ya somos israelitas no por nacimiento sino por herencia, comprados con la sangre de Jesucristo. Recordemos también, que todas las leyes de Dios están vigentes hoy en día; Jesús mismo enseñó, que toda la ley la enseñaba fundamentalmente en dos mandamientos, amarás al señor tu Dios sobre todas las cosas, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Números 18:21 “Ten en cuenta que Yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión. Claramente, Dios dice que les ha dado por herencia los diezmos a los que le sirven en el ministerio del sacerdocio (pastores), a los que se dedican a trabajar pastoreando al pueblo de Dios.
Números 18:24 “Porque el diezmo de los Israelitas, el cual ofrecen como ofrenda al SEÑOR, Yo lo he dado a los Levitas por heredad; por tanto, en cuanto a ellos he dicho: ‘Entre los Israelitas no tendrán heredad. Dios certifica los diezmos de los israelitas, (tú ya eres israelita, comprado por la sangre de Jesucristo); Dios dice claramente: Yo se lo he dado a los levitas, tú cumple lo que la palabra de Dios enseña, tú da tu ofrenda a Dios, y deja que Dios se lo dé al que él quiere; en este caso dice: Yo lo he dado a los Levitas por heredad, y tú deja que los pastores le den cuenta a Dios de lo que Él les ha dado por herencia a todos ellos, cumple con tu Dios porque Él es el que te ha bendecido con todo lo que tienes.
El asunto que debemos comprender es que Abram si aún no tenía heredero, y si aún no existían las leyes de Dios, diezmó... por fe, por agradecimiento y por amor.
Génesis 14:20 Y bendito sea el excelso Dios, por cuya protección han caído en tus manos los enemigos. Y le dio Abram diezmo de todo lo que traía. Abram le dio al sacerdote Melquisedec los diezmos de todo cuanto traía. El diezmo es por amor y convicción, no por obligación. Lo que sí es cierto es que las leyes de Dios están vigentes hoy y lo estarán siempre en Jesucristo.
Vemos el mismo ejemplo con Jacob: él va de camino a buscar esposa entre sus parientes y se encuentra en una tierra donde Dios se le manifiesta, y entonces hace un pacto con Jehová Dios:
Génesis 28:20 Hizo además este voto, diciendo: Si el Señor estuviere conmigo, y me amparare en el viaje que llevo, y me diere pan que comer, y vestido con que cubrirme, 21 y volviere yo felizmente a la casa de mi padre, el Señor será mi Dios, 22 y esta piedra, que dejo erigida en monumento, ha de llamarse Casa de Dios: y de todo lo que me dieres, te ofreceré, ¡oh Señor!, el diezmo. Jacob expresa si Dios está conmigo, si Dios me provee de todo lo necesario (Dios ya te ha bendecido), si me diera salud; yo declararé que Él es mi Dios, pero dice que le dará todos los diezmos de lo que le dé Dios. ¿A qué lugar se refiere?, ¿qué lugar es?, el lugar donde se le ha manifestado Dios, la Casa de Dios; entonces tú tienes que entregar tus diezmos a la casa de Dios, a su administrador, al Pastor. La iglesia es el lugar donde se te ha manifestado Dios.
Mateo 5:17 No penséis que yo he venido a destruir la doctrina de la ley ni de los profetas: No he venido a destruirla, sino a darle su cumplimiento. Jesucristo mismo dijo: yo no he venido a quitar las leyes que ha dado mi Padre, sino que he venido para cumplirlas todas, para que aprendan a ser obedientes; como yo lo soy a mi Padre que está en los cielos.
Malaquías 3:7 Ustedes se han apartado de mis preceptos, como se apartaron sus antepasados, y no han querido obedecerlos. Yo, el Señor todopoderoso, les digo: ¡Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes! Pero ustedes dicen: ‘¿Por qué hemos de volvernos a ti?’ 8 Y yo pregunto: ¿Acaso un hombre puede defraudar a Dios? ¡Pues ustedes me han defraudado! Y todavía preguntan: ‘¿En qué te hemos defraudado?’ ¡En los diezmos y en las ofrendas me han defraudado! 9 Sí, toda la nación, todos ustedes, me están defraudando, y por eso voy a maldecirlos. Yo, el Señor todopoderoso, les digo: 10 Traigan su diezmo al tesoro del templo, y así habrá alimentos en mi casa. Pónganme a prueba en eso, a ver si no les abro las ventanas del cielo para vaciar sobre ustedes la más rica bendición. 11 No dejaré que las plagas destruyan sus cosechas y sus viñedos. 12 Todas las naciones les llamarán dichosos, porque ustedes tendrán un país encantador. Yo, el Señor todopoderoso, lo he dicho.
Pon atención a esta palabra, no la valores poco. Dios afirma "ustedes se han apartado de mis mandamientos y me están robando; ¿acaso Dios va a mentir?, y ¿acaso Dios no tiene la autoridad y el poder sobre todo lo creado, contándote a ti (Hombre y Mujer)? Dios dice claramente: me han robado con sus diezmos y ofrendas; Dios mismo dice que a todo ladrón que le está robando lo maldecirá, y por eso Dios nos exhorta a que traigamos los diezmos a la casa de Dios, y añade para que haya alimento, lo que se refiere a que Dios le dará el sustento al pastor, y que Dios le dará sabiduría al pastor para que le dé palabra a los siervos y estos sean alimentados espiritualmente. Dios dice que le probemos y veremos cómo Él nos bendecirá abundantemente, en el área espiritual, material, económica y nos dará salud para disfrutar de todas ellas. Dios promete prosperar todo lo que hagas, en tu trabajo o en tu negocio, en la ciudad o en el campo. Lo que sí está claro es que Dios está diciendo que seamos obedientes a sus leyes, y esta ley del diezmo aún está vigente, no tiene caducidad. Lo que sí es seguro es que lo que Dios promete lo cumple, y dice claramente: ¡Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes!
Pon atención a esta palabra, no la valores poco. Dios afirma "ustedes se han apartado de mis mandamientos y me están robando; ¿acaso Dios va a mentir?, y ¿acaso Dios no tiene la autoridad y el poder sobre todo lo creado, contándote a ti (Hombre y Mujer)? Dios dice claramente: me han robado con sus diezmos y ofrendas; Dios mismo dice que a todo ladrón que le está robando lo maldecirá, y por eso Dios nos exhorta a que traigamos los diezmos a la casa de Dios, y añade para que haya alimento, lo que se refiere a que Dios le dará el sustento al pastor, y que Dios le dará sabiduría al pastor para que le dé palabra a los siervos y estos sean alimentados espiritualmente. Dios dice que le probemos y veremos cómo Él nos bendecirá abundantemente, en el área espiritual, material, económica y nos dará salud para disfrutar de todas ellas. Dios promete prosperar todo lo que hagas, en tu trabajo o en tu negocio, en la ciudad o en el campo. Lo que sí está claro es que Dios está diciendo que seamos obedientes a sus leyes, y esta ley del diezmo aún está vigente, no tiene caducidad. Lo que sí es seguro es que lo que Dios promete lo cumple, y dice claramente: ¡Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes!
El rey David expresaba algo muy importante,
1ª Crónicas 29:12 Las riquezas y la gloria las hay debido a ti, y tú lo estás dominando todo; y en tu mano hay poder y potencia, y en tu mano hay facultad para hacer grande y para dar fuerzas a todos. 13 Y ahora, oh Dios nuestro, te damos las gracias y alabamos tu hermoso nombre. 14 Y sin embargo, ¿quién soy yo y quién es mi pueblo, para que retengamos el poder para hacer ofrendas voluntarias de esta manera? Porque todo proviene de ti, y de tu propia mano te hemos dado. Él reconoce que todo, absolutamente todo viene de Dios; si Dios te lo dio, es de Dios, de lo mucho que Dios nos da le damos a Él. Dios estableció en su palabra los diezmos y las ofrendas, y Él te pide una décima parte de todo lo que te da. Imagina que fuera como en Egipto, una quinta parte de todo lo que recibes (20%) es el pago de impuestos al rey de Egipto. Por eso David le pregunta a Dios: ¿Quién soy yo para retener las ofrendas establecidas a Dios? De otra forma, ¿quién soy yo para detener las bendiciones de Dios para mi casa, para mi familia?
El hermano Pablo decía esto:
2ª Corintios 9:6 Acuérdense de esto: El que da poco, recibe poco; el que da mucho, recibe mucho. 7 Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría! Recuerda que Dios te habla diciendo cómo quieres que te bendiga. Poco o mucho, da como has propuesto en tu corazón. Y yo tu Dios te digo: da con amor porque me molesto cuando veo tu actitud de tristeza al dar, o que creas que yo te estoy obligando, solo te he dado un mandamiento, cúmplelo y yo cumpliré contigo, no seas como mi pueblo que se reveló contra mí y se olvidó de mis mandamientos, por eso me agradó mi hijo amado Jesucristo; porque me obedeció en todo.
Tú no estás solo, Dios está contigo siempre.
Dios te bendiga, y que el amor del Padre, el amor de Jesucristo y la unción de su espíritu Santo esté siempre contigo, en el nombre de Jesús, amen.
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