“Con esa no”

Todo lo que empecé mal va a terminar bien, porque el capítulo cuatro del libro de Rut es un capítulo de bendición. En las historias de la Biblia hay un poder para sanar nuestra propia historia. El rey de la tierra ha dado la orden para que caigan las bendiciones y las agarremos, porque Él se ha enamorado de nosotros; ha dado la orden que se suelten sobre tu vida.

Cuando Rut llegó a Belén, lo primero que hizo fue ponerse a trabajar; tú también tienes que trabajar por tu sueño. Rut no dijo, “¡bueno, llegué, qué lindo es Belén!” “Me voy a tomar una semana para adaptarme, porque yo necesito tiempo para adaptarme a la cultura”. No, Rut se puso a trabajar, y tú también tienes que ponerte a trabajar por tu sueño. Hay muchas mujeres cuyo marido las dejó por una mujer más joven: “¡Ay, se me fue, y no sé qué hacer ahora, lo único que hice fue apoyar su sueño!” “¡Y el sueño de él era irse con la más joven!”

Pero siempre habrá alguien, una consejera en este caso, que te dirá una palabra esperanzadora. Noemí, su suegra, le aconsejó a Rut, su nuera: “vas a hacer lo siguiente, te vas a bañar, te vas a depilar y te vas a perfumar, y luego vas a ir a ver a Booz”.

Ese tiene que ser tu redentor, tiene que salvarte. Rut le destapó los pies a Booz y se acostó allí, y el hombre se despertó por el frío. Ella le dijo: “tú eres mi redentor, y por la ley me tienes que redimir, extiende el borde de tu manto”. Que él la envolviera era un “sí quiero”.
Booz le contesta: “te juro que te voy a redimir” aunque hay otro familiar más cercano a mí. Y tú tendrías que casarte con él, pero si él no quiere yo sí quiero. Le dijo también: “extiende tu manto”, y le puso comida para ella y para que le llevara a Noemí. ¡Si el dueño de la tierra dijo que lo va a hacer, lo va a hacer!

El otro pariente no se quiso casar con la moabita dijo: “con esa no”, “porque esa mujer se casó y el marido se murió; además dañaría mi heredad ¡Esa está maldita!"
Booz representa a Jesús, y Rut, a nosotros. Booz estaba durmiendo, lo que simboliza la muerte de Jesús. ¿Y por qué le destapó los pies? Para que Booz sintiera el frío que ella tenía, para que sintiera el malestar que ella tenía, para que sintiera lo que significa no estar abrigado. En la cruz, Jesús cargó con todos los pecados, cargó con todas las maldiciones. Dice la Biblia que Él no tenía pecado, pero se hizo pecado y se hizo maldición. Él tuvo frío en la cruz, Él cargó con todas las cosas malas. Y cuenta la historia que Booz se levantó, porque cuando Jesús resucita nos tiene que encontrar a sus pies, y nosotros le tenemos que decir: “eres mi Salvador, quiero que me cubras con el borde del ala de tu manto, quiero que me abraces y me rodees con tu favor”. Y Jesús dice: “Yo te acepto con tu pasado, con tu maldición, con tus heridas”.
Rut representa a los que siguen hasta el final, a los que van por su mañana, a los que se la juegan por Dios.

Los historiadores dicen que Orfa, la otra nuera de Noemí, tuvo varios hijos y en su descendencia estaba Goliat. ¿Y cuál fue la descendencia de Rut? Rut tuvo a Obed, Obed tuvo a Isaí, Isaí tuvo a David y David venció a Goliat. Porque los que nos quedamos en Belén, en la “casa de pan”, aunque haya hambre, aunque haya problemas, aunque pasen cosas que no entendemos, a la larga terminamos pariendo a los “Davides” que terminan venciendo a los “Goliat”.

El que permanece en la casa de Belén termina conociendo al Redentor. Todo lo que era de Booz terminó pasando a Rut, y tú tienes que saber que todo lo que es de nuestro Señor y Salvador es tuyo. Hoy oramos para que Dios nos dé la fuerza para trabajar por nuestros sueños. ¡Hoy estás espigando, mañana serán manojos, pero pasado mañana serás la dueña del campo y de la victoria!